La primera
Internacional a mitad del siglo XIX era el primer intento de agrupar a todos
los que veían necesaria una organización de trabajadores para conseguir la
emancipación y canalizar la lucha contra el capitalismo (injusto con el
trabajador).
En su fundación,
organización y dirección tuvo un papel decisivo Karl Marx, que era el máximo
representante del llamado socialismo científico.
Los marxistas defienden
que la emancipación de los trabajadores debía ser obra de los propios
trabajadores. Así, los trabajadores deben organizarse políticamente para
conquistar mediante la revolución, el poder político y económico y construir un
nuevo Estado obrero que consolidaría la dictadura del proletariado.
En esta Internacional también
están presentes las ideas libertarias o anarquistas con Mijail Bakunin. Esta
ideología mantiene una clara oposición a la acción política, a la participación
del proletariado en las elecciones y a la formación de partidos políticos.
Defiende la abolición del estado, incluso la dictadura del proletariado.
MARXISTAS
|
ANARQUISTAS
|
Partidarios de la
acción política
Defensa de la
formación de partidos obreros
Defensa de la
revolución obrera organizada
Creación de un Estado
obrero.
Dictadura del
proletariado
|
Contrarios a la
acción política
Oposición a la
formación de partidos obreros
Defensa del
individualismo
Rechazo a la
autoridad
Abolición del Estado
Defensa de la
revolución espontanea y de la acción sindical
|
Tras el triunfo de la
Gloriosa llega a España un enviado de la AIT, el italiano Fanelli, que viaja a
Madrid y Barcelona para crear los primeros núcleos de afiliados a la Internacional, en los que
participan dirigentes sindicales como Anselmo Lorenzo y Ramón Farga Pellicer.
Fanelli difundió los
ideales anarquistas como si fuera miembro de la AIT y los afiliados a esta
organización lo que ayudó a la expansión y arraigo de estas ideas entre el
proletariado andaluz y el campesinado andaluz.
A partir de 1869 las
asociaciones obreras se expandieron en España, aunque no todas ellas formaron
parte de la I Internacional. Los núcleos de mayor importancia fueron Barcelona,
Madrid, Levante (Alcoy) y Andalucía (Cádiz, Málaga y Córdoba)
El I Congreso de la
Federación Regional Española (FRE) de la AIT se celebró en Barcelona en 1870
con claras tendencias anarquistas:
la huelga es el arma fundamental del
proletariado el proletariado será apoliticismo
la revolución social se consigue por vía de la acción directa.
Pronto aparecieron las
primeras diferencias entre las dos corrientes del Internacionalismo lo que
lleva a la expulsión del grupo netamente marxista que fundará la Nueva
Federación Madrileña.
El internacionalismo
tuvo su mayor difusión en la I Republica al intentar provocar la caída del
Estado. El fracaso de dicho levantamiento provoca el declive de la FRE de la
AIT y su posterior consideración como ilegal en el periodo de la Restauración.
El ANARQUISMO APOLÍTICO
La sección española de
la FRE de la AIT cambia su nombre por el de Federación de Trabajadores de la
Región Española FTRE.
La nueva federación cuyas
bases se encuentran entre los jornaleros de Andalucía y los obreros de
Cataluña, aumentó el número de afiliados y desarrolla una amplia campaña de
carácter reivindicativo.
Pero los desacuerdos
dentro de la organización provocó que una parte del anarquismo optara por la
acción directa, que atentarían contra los pilares del capitalismo: Estado,
burguesía e Iglesia.
Los incidentes proliferan con atentados contra políticos,
bombas en lugares destacados de la burguesía, contra las procesiones
religiosas, etc. También se les acusó de estar detrás de la organización la “Mano
negra” una asociación clandestina que
cometió asesinatos e incendios por toda Andalucía.
La actuación de los grupos anarquistas fue en aumento y
no siempre contra los objetivos señalados, lo que provoca una dinámica de
acción/represión/acción.
El aumento de los atentados favorece la división del
anarquismo entre los que quieren continuar con la acción directa y los que
prefieren una acción de masas.
Así se plantean como
objetivo la revolución social y propugnaron la necesidad de fundar organizaciones
de carácter sindical. Esta nueva organización de tendencia anarcosindicalista,
da sus frutos en el siglo XX con la creación de Solidaridad Obrera y la CNT (Confederación
Nacional del Trabajo)
EL SOCIALISMO OBRERO.
La Nueva Federación
Madrileña de la AIT de tendencia marxista duró poco. Pero tras la desaparición
de la Internacional sus miembros deciden constituir un partido político: el Partido
Socialista Obrero Español PSOE en 1879 con Pablo Iglesias.
El partido socialista era de orientación obrerista y
partidaria de la revolución social. En su programa de reformas incluían el
derecho de asociación, reunión y manifestación, el sufragio universal, la reducción
de las horas de trabajo, la prohibición del trabajo infantil y otras medidas
sociales.
El partido fue
creciendo en todo el país, pero arraigaron más en Madrid, País Vasco, Asturias
y Málaga. Tuvo menor impacto en Cataluña, dominada por el anarcosindicalismo.
En 1888 el partido celebra su primer congreso en
Barcelona, y el mismo año se fundó la Unión General de Trabajadores que no se
declaró marxista sino que dejó libertad política a sus afiliados. Pero poco a
poco se fue acercando a posturas marxistas. La UGT se organiza en sindicatos de
oficios en cada localidad y llevó a cabo una política moderada en sus
reivindicaciones, recurriendo a la huelga sólo como última oportunidad.
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