TEMA
4. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN 1788/1833
1.- La crisis del
reinado de Carlos IV. 1788/1808
Características de su
reinado:
La desconfianza por la nobleza de la corte, le lleva a apartar a los
ministros ilustrados y a entregar su
confianza a Manuel Godoy de origen humilde.
Su reinado coincide con la revolución
francesa. (intento de cerrar las fronteras a estas ideas)
La condena a muerte de Luis XVI le lleva
a declarar la guerra a Francia, en alianza con otras monarquías.
o
La derrota (Paz de Basilea) subordina
los intereses españoles a los de Francia.
Con el ascenso al gobierno francés de
Napoleón, la política española se debatió entre el temor y el pacto para evitar
el enfrentamiento con Francia.
Su alianza con Francia le lleva a
enfrentarse con Gran Bretaña, celosa de su dominio marítimo. Carlos IV perderá
toda su flota en la Batalla de Trafalgar 1805.
La derrota naval acentúa los problemas
de la hacienda: menos ingresos, sobre todo del comercio colonial, y menor
tráfico marítimo.
Godoy plantea la solución con medidas
como:
o
Endeudar a la corona
o
Aumentar las contribuciones
o
Desamortizar las tierras del clero para
conseguir recursos para la corona.
Esta política levanta una amplia
oposición de nobleza y clero en contra de Godoy a la que se suma la antipatía
de Fernando (Conjura del Escorial) al verse desplazado ante su padre.
El campesinado también estaba
descontento por los impuestos a lo que se unen las epidemias, el hambre y la
carestía, y el desabastecimiento por el escaso comercio interior.
1.2.- El motín de
Aranjuez.
La situación empeora
cuando Godoy en 1807 firma con el beneplácito de Carlos IV un tratado con
Napoleón: el tratado de Fontainebleau por el cual se permite el paso por
territorio español a las tropas francesas a fin de atacar Portugal, aliada de
Gran Bretaña.
A cambio, el territorio
portugués se repartiría entre Francia, España y el propio Godoy que obtendría
un principado.
Las tropas atraviesan
la península con el descontento de la población, situándose en lugares
estratégicos (Barcelona, Vitoria y Madrid) desde los que desplegaría sus
fuerzas y ocuparía la corona española.
18 marzo de 1808
estalla un motín en Aranjuez donde está la familia real, que aconsejada por
Godoy decide retirarse hacia el sur. El motín popular instigado por la nobleza
de palacio busca la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo
Fernando.
Los
amotinados alcanzan sus objetivos lo que evidencia la crisis de la corona española:
Carlos IV pide ayuda a napoleón para recuperar la corona lo que lleva a este a
ocupar de forma efectiva el territorio en vista de debilidad, corrupción y
descomposición de la monarquía española.
1.3.- La monarquía de
José Bonaparte.
Carlos
IV y Fernando VII son llamados por Napoleón a Bayona abdicando ambos de manera
sucesiva en Napoleón.
Este
nombra como rey a su hermano José I, convocando cortes para aprobar una nueva
constitución, el Código de Bayona y ratificar la corona en su hermano.
El
Estatuto de Bayona reconoce la igualdad
de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos
públicos lo que supone el fin del antiguo régimen.
Otras
reformas del nuevo rey son:
Abolición del régimen señorial.
Desamortización de tierras de la iglesia
Desvinculación de los mayorazgos y
tierras en manos muertas.
Estas reformas tuvieron
escaso apoyo y nula comprensión, ya que el pueblo no reconoce al rey como
legítimo, es un extranjero que basa su poder en las armas. Además las
necesidades militares de la conquista, así como la violenta actuación de las
tropas francesas levantan mayor hostilidad contra el nuevo rey.
caricaturas y coplillas
de José Bonaparte
El
2 de mayo de 1808 la familia real se prepara para marchar mientras una multitud se concentra ante palacio para evitarlo y se alza de forma espontanea contra la ocupación francesa.
Las
tropas de Murat reprimen duramente esta revuelta, lo que provoca una mayor
resistencia popular. En numerosas ciudades surgieron las Juntas de armamento y
defensa, para llenar el vacio de poder provocado por las abdicaciones de Bayona.
Las
Juntas locales la formaban sobre todo partidarios de Fernando VII para
canalizar la actuación popular, luego se formaron las Juntas provinciales que
asumen la soberanía en ausencia del rey, declaran la guerra a Francia y pide el
apoyo de Gran Bretaña.
En
septiembre de 1808 se forma la Junta
Suprema Central para coordinar la lucha y dirigir el país. Esto suponía una
ruptura con las instituciones de la monarquía, reconocen a Fernando VII como
rey legítimo asumiendo el gobierno en su nombre hasta su vuelta.
El
avance francés lleva a la Junta hasta Sevilla y de allí hasta Cádiz 1810, la
única ciudad que resistía el asedio con ayuda británica.
2.2.- La resistencia:
sitios y guerrillas.
Napoleón pensaba que esta iba a ser una guerra rápida y
fácil en vista de la desorganización de la resistencia española.
No obstante hubo
numerosas ciudades que resistieron largo tiempo los bombardeos y el hambre, lo
que impidió el avance francés hacia el Levante español. Además las derrotas del
Bruc (junio) y Bailén (julio) frenaron la conquista de Andalucía y fuerza a José
I a abandonar Madrid y replegar sus tropas al N del Ebro.
Napoleón tiene que desplazarse a la península
con un gran ejército y avanzar durante 4 semanas para recuperar el territorio
perdido. José I vuelve a Madrid en enero de 1809 extendiendo su dominio a
prácticamente todo el país.
El
ejército español se vio incapaz de oponerse al francés, así que la resistencia
se organizó de manera espontanea, popular y muy eficaz: las guerrillas. Son
grupos locales (partidas) de entre 30/50 miembros (artesanos, campesinos,
abogados…etc.) aunque sus dirigentes solían ser personas de mayor formación
cultural.
La
guerrilla atacaba* por sorpresa, sometiendo a los franceses a una gran presión
y desgaste.
En
1812 la guerra en España se vio afectada por la guerra en Europa: napoleón
había iniciado una campaña contra Rusia lo que provocó la retirada de muchos
soldados en la península. Esta ventaja la aprovechan el ejército español, la
guerrilla y el ejército británico (Wellington) venciendo en Arapiles (Salamanca
julio 1812). José I abandona Madrid, que fue tomada por Wellington el 12 de
agosto. Napoleón presionado en dos frentes, decide abandonar el frente español,
permitiendo el regreso de Fernando VII por
el Tratado de Valençay
2.3.- Actitudes
sociales, políticas e ideológicas.
La invasión napoleónica
despertó dentro de la sociedad española diversidad de opiniones: (no obstante,
aun con diferencias, el pueblo afrontó la guerra como un movimiento de defensa
y resistencia en defensa del rey aunque adoptaría actitudes revolucionarias en
algunas de sus decisiones)
- Afrancesados:
españoles que colaboran con Napoleón y José´ I, intelectuales, altos
funcionarios y parte de la nobleza, todos fieles a la idea del despotismo
ilustrado, querían un programa reformista y un poder fuerte para
modernizar España sin los riesgos de una revolución. Al acabar la guerra,
marcharan al exilio.
- Frente
patriótico: formado por el gran grueso de la población que se oponía a la
invasión. Sin embargo dentro de este grupo había varias posturas:
- Clero
y nobleza quieren la vuelta de Fernando VII como rey absoluto,
defendiendo la tradición y la religión, rechazando cualquier cambio.
- Los
ilustrados quieren la vuelta del rey, pero con un programa de reformas
para modernizar el país.
- Los
liberales, burgueses, profesionales, etc.… ven la ocasión para implantar
en España un sistema político liberal, con una constitución, soberanía
popular, división de poderes, abolición de privilegios y gremios e instituciones
representativas.
3.- Las Cortes de Cádiz
y la Constitución de 1812
3.1.- La convocatoria
de Cortes.
La
Junta Suprema Central se había demostrado ineficaz para dirigir la guerra,
disolviéndose en enero de 1810, convocando Cortes para que la nación decidiera
su destino.
Mientras
se reúnen las Cortes se mantiene una regencia de cinco miembros al tiempo que
se consultaba al país (Juntas provinciales y ayuntamientos) sobre las reformas
a tratar en las cortes. La recogida de dicha información fue difícil pero la
nefasta actuación de Carlos IV que había llevado al país a la ruina, les hizo
coincidir en pedir garantías contra el poder absoluto de la corona.
Elegir
a los representantes y reunirlos fue difícil, dado el ambiente de guerra.
Fueron muchos los casos en los que sustituyeron los representantes por otros de
la propia ciudad de Cádiz, dada la imposibilidad de llegar allí.
Cádiz
muy cercana a las ideas liberales hizo que muchos delegados defendieran estas
ideas.
Las
cortes se abrieron en septiembre de 1810 con una cámara única, petición de los
liberales, al igual que la aprobación de
la soberanía nacional: el poder reside en el pueblo representado en las Cortes.
3.2. La Constitución de
Cádiz.
La preparación del
proyecto lo elabora una comisión (marzo de 1811). Empezó a debatirse en agosto
y se promulga el 19 marzo de 1812, día de San José “La Pepa”.
Es un texto largo de
384 artículos:
Contiene una declaración de derechos del
ciudadano:
o
Libertad de pensamiento y opinión
o
Igualdad ante la ley
o
Derecho de petición
o
Libertad civil
o
Derecho de propiedad
o
Reconocimiento de los derechos legítimos
del individuos que hemisferio, peninsulares y americanos)
La estructura del Estado es una
monarquía limitada con división de poderes:
o
Poder legislativo: en las Cortes
unicamerales, representan la voluntad nacional: Elaboran leyes, aprueban
presupuestos, tratados internacionales, manda sobre el ejercito…Los diputados
lo eran durante 2 años siendo inviolables
o
Poder ejecutivo: el rey tiene la
dirección del gobierno e interviene en la elaboración de las leyes, por
iniciativa y sanción con veto suspensivo durante 2 años. Las decisiones del rey
debían ser refrendadas por los ministros, sometidos a responsabilidad penal.
o
Poder judicial: competencia exclusiva de
los tribunales, desarrollan los principios de un Estado de derecho: códigos
únicos, civil, criminal y comercial; inviolabilidad de los jueces, garantías
procesuales…
Otros temas planteados:
o
Reforma de los impuestos y la hacienda
o
Creación de un ejército nacional y
servicio militar obligatorio
o
Implantación de una enseñanza primaria,
pública y obligatoria.
o
División del territorio en provincias,
cuyo gobierno interior correspondía a las diputaciones provinciales.
o
Se forman los ayuntamientos con cargos
electos.
o
Se crea la Milicia Nacional local y
provincial
o
Se afirma la confesionalidad católica
del Estado.
3.3.- La acción
legislativa de las Cortes
Además del texto
constitucional se aprobaron una serie de decretos destinados a eliminar el
antiguo régimen:
Supresión de los señoríos
jurisdiccionales, mientras que los territoriales pasa a ser propiedad privada
de los señores.
Se eliminaron los mayorazgos y se
desamortizan las tierras comunales para recaudad capitales.
Se abolió la Inquisición (a lo que se
oponen absolutistas y clero)
Libertad de imprenta al servicio de la
opinión pública, aunque se excluían las cuestiones religiosas que permanecían
bajo control de la censura eclesiástica.
Se establece la libertad de trabajo, la
supresión del gremio y la unificación del mercado.
Todos estos aspectos
marcan las líneas de la modernización del país, ya se elabora un marco
legislativo muy avanzado. Sin embargo, la obra de Cádiz no tuvo una gran
incidencia ya que la guerra impidió la aplicación de estas leyes y al acabar la
guerra Fernando VII las declara: “nulo y de ningún valor”
4.- El reinado de
Fernando VII 1814/1833
4.1.- La restauración
del absolutismo 1814/1820
La vuelta del monarca
suscita la desconfianza de los liberales, ya no le creen dispuesto a aceptar
los cambios. Para evitar problemas se dispuso que el rey viajara directamente a
Madrid y firmara la constitución, aceptando la nueva situación política.
Fernando VII temeroso acata
estas condiciones, pero los partidarios del absolutismo, nobleza y clero,
aprovechan esta la situación imperante para deshacer la obra liberal y volver
al antiguo régimen. Se organizan y demandan la restauración del absolutismo
(manifiesto de los persas) pidiendo al pueblo su adhesión al rey. Este, viendo
la debilidad de los liberales, emite un Real Decreto de 4 de mayo de 1814
anulando la constitución y las leyes de Cádiz al tiempo que anunciaba la vuelta
del absolutismo.
Paralelamente los
dirigentes liberales son detenidos o asesinado mientras que otros huyen al
exilio.
La monarquía recupera
las antiguas instituciones del régimen señorial y la Inquisición, mientras que
en Europa la derrota de Napoleón supone la restauración del viejo orden con el
Congreso de Viena y la Santa Alianza para defender el absolutismo y la
intervención en cualquier país para frenar el liberalismo.
Fernando VII debe hacer
frente a graves problemas:
país destrozado por la guerra:
o
grandes pérdidas humanas y materiales
o
Abandono de la agricultura y comercio
o
Hacienda en bancarrota: sin ingresos
(impuestos, metales preciosos, productos...)
y costeando grandes gastos militares ya que las colonias intentan
independizarse.
Cambia la mentalidad de la sociedad.
o
El campesinado no quiere pagar las
rentas señoriales y los viejos tributos
o
La libertad de fabricación y de mercado
había favorecido a la burguesía que no quiere volver al régimen gremial.
o
Los guerrilleros, ahora integrados en el
ejército protagonizan numerosos pronunciamientos pidiendo reformas.
El gobierno fue incapaz de hacer frente
a tales problemas, levantar la hacienda, hacer frente a movimientos
independentistas, a los pronunciamientos liberales que evidenciaban la
fragilidad de la monarquía absoluta. La única solución fue la represión.
4.2.- El Trienio
Liberal 1820/1823
El
1 de enero de 1820 el coronel Rafael de Riego al frente de una compañía
acantonada en las Cabezas de San Juan (Sevilla) que iban a embarcar hacia las
colonias americanas, se subleva y recorre Andalucía proclamando la constitución
de Cádiz.
La pasividad del ejército, la acción de los liberales y
la neutralidad de los campesinos obligaron al rey a aceptar la constitución el
10 de marzo. Así se forma un nuevo gobierno, se proclama una amnistía y se
convoca elecciones a cortes.
De estas elecciones salió una mayoría de diputados
liberales que inician la restauración de las reformas de Cádiz:
libertad de la industria y abolición de gremios. Se eliminan las trabas a
la libre circulación de mercancías, lo que favorece el desarrollo de la
burguesía.
supresión de señoríos y mayorazgos, venta de
tierras del clero
disminución del diezmo y reformas del
código fiscal, penal y del ejército.
Se moderniza la política y la
administración, se forman ayuntamientos y diputaciones
se reconstruye la Milicia Nacional para
garantizar el orden y defender la constitución.
Sin embargo, esta
política reformista no es del gusto de todos:
Fernando
VII se opone a estas reformas que ha aceptado por la fuerza, las veta y
conspira contra el gobierno solicitando la ayuda de las potencias absolutistas.
Pero las reformas no son del gusto del campesinado, ya
que no se ha facilitado el acceso a la tierra, aunque se abolieran los señoríos
jurisdiccionales. Los antiguos señores ahora dueños arrendaban sus tierras a
los campesinos de la misma manera.
Tampoco
la rebaja de los impuestos fue importante y el pago de estos con dinero
efectivo llevó a los campesinos a una situación desesperada, ya que vender
productos en una sociedad autosuficiente era muy complicado. Así los campesinos
más pobres se sumaron a la agitación antiliberal.
La
nobleza y el clero, perjudicadas por las reformas, impulsaron las revueltas
contra los gobiernos liberales. En 1822 hubo partidas absolutistas en Cataluña,
Navarra, Galicia y el Maestrazgo (Castellón y Teruel) llegaron a tener 280.000
miembros llegando a establecer una regencia absolutista en Seo de Urgel en
1823.
Dentro de los liberales
también hubo división:
Moderados, piden reformas limitadas que
no perjudicaran a nobleza y burguesía propietaria
Exaltados, piden reformas radicales
favorables a las clases medias y populares.
4.3.- La Década
Ominosa. 1823/1833
El fin del trienio vino
de la mano de las potencias europeas que a través de la Santa Alianza
respondieron a la petición del rey de intervenir en la península. Así en abril
de 1823 entran (otra vez) en la península los 100 mil hijos de San Luís, al
mando del Duque de Angulema y reponen en el trono a Fernando VII.
Las potencias europeas, temerosas de las
continuas revueltas del país, recomiendan al rey una serie de reformas y una
amnistía para dar estabilidad a la monarquía.
Sin embargo, Fernando
VII inicia una dura represión contra los liberales, depura la administración y
el ejército, persiguiendo durante toda la década cualquier idea liberal.
El gran problema de la
corona seguirá siendo el económico, incrementado por la pérdida de las colonias
americanas que disminuyó los ingresos de la ya maltrecha hacienda. Así en 1825
el rey busca el apoyo del sector moderado de la burguesía financiera e
industrial de Madrid y Barcelona.
Esto provoca la
desconfianza de los sectores más realistas más conservadores que se agruparon
en torno a Carlos María Isidro, hermano y posible heredero de Fernando.
4.4.- El conflicto
dinástico.
Fernando no había
tenido descendencia masculina, tenía una hija Isabel nacida en 1830. Por ello
se plantea un grave conflicto sucesorio, la Ley Sálica impedía el acceso al
trono de las mujeres, por lo que el rey deroga dicha ley e impone la Pragmática
Sanción que posibilitaría el reinado de su hija.
Este cambio en la legislación,
despertó la oposición de los más ultraconservadores, los carlistas que
reclamaban en el trono a Carlos, hermano del rey.
Esta situación derivó
en un enfrentamiento ideológico:
Con Carlos se agrupaban los sectores que
defendían el Antiguo Régimen, opuestos al liberalismo.
Por su parte, Mª Cristina defensora de
los derechos de la aún niña Isabel, vio que tenía que buscar sus apoyos en los
sectores cercanos al liberalismo.
Cuando
Mª Cristina, nombrada regente en la enfermedad del rey formó un gobierno de
carácter reformista otorgando una amnistía que permitió el regreso de muchos
liberales preparándose para el enfrentamiento con los carlistas.
Fernando
VII muere reafirmando a su hija en el trono mientras que en el norte y Cataluña
los partidarios de Carlos inician un levantamiento dando lugar a la 1º guerra
carlista.
6.-
La independencia de la América Hispana
6.1.-
la América española a finales del siglo XVIII
A
lo largo del XVIII en estos territorios se había iniciado una etapa de
prosperidad basada en el comercio y en la explotación de plantaciones dedicadas
al café, azúcar, tabaco, etc. con mano de obra esclava.
Este
crecimiento dio lugar a un poderoso grupo social, la burguesía criolla, de raza
blanca pero nacida en América. Este grupo, prospero, educado y conocedor de las
ideas de la ilustración se quejaban de ser marginados de los cargos públicos,
sometidos a fuertes impuestos y controlados por la metrópoli. Entre ellos se irán
fraguando los proyectos de independencia, más motivados por el éxito de la
independencia de EEUU y la ayuda británica, deseosa de controlar el comercio
americano.
6.2.-
El proceso de independencia.
En
1808, en la guerra de la independencia, los criollos habían formado sus propias
Juntas como en la península, no aceptando la autoridad de José I, pero aunque
fieles a Fernando VII no reconocieron la autoridad de la Junta Central Suprema,
declarándose muchas de ellas independientes de la metrópoli en 1810.
Entre
estas:
Virreinato del Río de la Plata con José
de San Martín que proclama la independencia de la República argentina.
Virreinato de Nueva Granada y Venezuela
con Simón Bolívar
México con Miguel Hidalgo y José Mª
Morelos.
Durante las cortes,
estos territorios fueron considerados territorios españoles reconociendo los
derechos criollos pero no fueron capaces de hacer frente al movimiento
independentista.
Al acabar la guerra,
Fernando VII manda un numeroso ejército que pacifica Nueva Granada y México
pero que tuvo que reconocer la independencia de Paraguay y Argentina.
En años posteriores la
intransigencia de la monarquía estimula el crecimiento del movimiento
libertador:
San Martín derrota a los españoles en
Chacabuco declarando la independencia de Chile 1818
Simón Bolívar también los derrota en
Boyacá y Carabobo, dando lugar a la formación de la Gran Colombia: Venezuela, Colombia,
Ecuador y Panamá.
Agustín de Iturbide con el apoyo de la
iglesia y las clases poderosas, logra la independencia de México.
Tras la derrota de Ayacucho donde
Antonio José de Sucre vence a los españoles y la independencia de Perú y Bolivia
se acaba la presencia en la América continental.
Sólo las Antillas (Cuba y Puerto Rico) y
las Filipinas permanecen en poder español.
6.3.- Los problemas de
las nuevas naciones americanas.
- El
sueño de los libertadores de crear una América unida se mostró imposible
los interese de los más favorecidos, comerciantes y terratenientes
llevaron a numerosas guerras y al fraccionamiento del territorio en múltiples
repúblicas.
- El
poder de caudillos locales, el peso del ejército y el recurso a las armas
fue la tónica general de la sociedad
hispanoamericana.
- Los
criollos que habían liderado el proceso, abandonan a su suerte a la
población india, negra o pobre lo que llevará a numerosos enfrentamientos.
- La
independencia no consiguió hacer lo propio con la economía que siguió
dependiendo, ahora, de Gran Bretaña y EEUU.