lunes, 25 de noviembre de 2013

Las desamortizaciones. (Sólo lectura)


INTRODUCCIÓN.

Junto al cambio político que significó en España el triunfo del Liberalismo  partir del 1833, hay que señalar todo el conjunto de medidas  jurídico económicas que tenían por objeto acabar con el dominio socio-económico de la nobleza y del clero, con unas estructuras productivas feudalizantes, e introducir al país por la senda del capitalismo modernizando para ello las estructuras económicas.

La eliminación de los gremios, de los señoríos laicos, del diezmo, de la Mesta, etc... son algunas de estas medidas, pero nada comparables con las Desamortizaciones que acarreó la venta de muchas y muy importantes fincas rústicas y urbanas, debilitando el papel económico y social que habían desempeñado en el antiguo régimen algunas instituciones, sobretodo el clero y los municipios.

 

DEFINICIÓN DEL CONCEPTO.

Se entiende por desamortización el conjunto de disposiciones tomadas por el poder político con objeto de liberar la propiedad acumulada en determinadas manos “manos muertas”, devolviendo estas propiedades a la ley del mercado. El Estado se incautó de una serie de bienes amortizados que pasaban a ser bienes nacionales. Los vencía a particulares, y al serán adquiridos se convertían en bienes libres, lo que significaba que podían ser vendidos por sus nuevos dueños, a conveniencia de los nuevos propietarios.

ALCANCE DE LAS DESAMORTIZACIONES.

Las medidas desamortizadoras ocuparon más de la mitad de los años del siglo XIX y afectaron a cientos de miles de fincas rústicas y urbanas procedentes de instituciones civiles y eclesiásticas.

Se calcula que al final del proceso desamortizador se desamortizaron más de 10 millones hectáreas, sólo de fincas rústicas, lo que suponía aproximadamente un 20% del territorio nacional.

Dicho volumen de ventas contribuyó de manera muy notable a la gran transformación económica y social que sufrió España en el siglo XIX.

Los bienes desamortizados pertenecían a bienes y fincas tanto del clero como de instituciones civiles: bienes raíces de hospitales, hospicios, casas de misericordia, casas de reclusos, Ordenes Militares, cofradías, santuarios dl clero regular y secular, bienes propios y comunes de los Ayuntamientos

FASES DEL PROCESO DESAMORTIZADOR.

Se puede hablar de cuatro fases de desamortización: la primera en 1798, la segunda durante el Trienio Liberal y las dos siguientes, las más conocidas y estudiadas y las que más trascendencia tuvieron: la de Mendizábal en 1836 y la de Pascual Madoz en 1855.

 La primera fase se inició en 1798 y afectó a bienes raíces pertenecientes a casas de beneficencia, hermandades, obras pías y patronato de legos. El impulsor fue el ministro de Economía de Carlos

IV Cayetano Soler y se hizo con el fin de sanear la caótica situación de la Hacienda, aunque no consiguieron arreglarla. Afectó fundamentalmente a las provincias de Sevilla, Córdoba, Jaén y sus repercusiones sociales fueron importantes ya que privaron de su patrimonio a las  instituciones que prestaban asistencia social a los enfermos. En el año 1808 la Junta Central Suprema ordenó suspender las ventas.

􀂃 La segunda fase tuvo lugar durante el Trienio Liberal ( 1820- 1823).

Durante este período fue suprimida la compañía de Jesús, se incautaron los bienes de  numerosos monasterios, se prohibió la fundación de otros nuevos y se entregaron a la Hacienda Pública las rentas sobrantes de los conventos que quedaban. Se calcula que a lo

largo del Trienio se habían abandonado 801 monasterios, casi la mitad de los existentes. La incidencia de esta segunda fase del proceso desamortizador se centró más en la pérdida de patrimonio artístico que en las consecuencias económicas que fueron pequeñas.

 La tercera fase es la comúnmente conocida como desamortización de Mendizábal, se inició en 1836 y se concluyó en 1844. Mendizábal, financiero gaditano, militaba en las filas del Liberalismo Progresista, vivió exiliado en Londres por su participación en levantamiento de Riego en 1820, fue nombrado Ministro de Hacienda en una situación especialmente delicada para la Regente María Cristina. La guerra contra los carlistas no iba nada bien y además la situación del la Hacienda era absolutamente caótica, en parte por los gastos que suponía la guerra. La habilidad mostrada al frente del Ministerio de Hacienda le sirvieron para ser nombrado primer ministro, su buena gestión salvó el trono de la regente.

La desamortización de Mendizábal afectó a los bienes de la Iglesia, primero del clero regular, y a partir del 1841 la medida también afectó al clero secular. Las ventas se iniciaron en Junio de 1836 y con ellas se pretendía un triple objetivo: sanear la hacienda, recaudar fondos para financiar la guerra carlista y además poner en manos de numerosas familias beneficiadas por las subastas los bienes de la Iglesia, vinculándolas de alguna manera a la causa liberal.

Durante la Desamortización de Mendizábal se vendieron 176. 499 fincas rústicas y 21.281 urbanas. Las provincias más afectadas fueron: Madrid, Sevilla, Toledo, Salamanca, Córdoba, Valencia, Jaén, Badajoz, Zamora,  Cáceres, Barcelona, Valladolid y Palencia. En estas once provincias se vendió el 52% del total nacional de fincas rústicas y el 73% de fincas urbanas.

Las consecuencias no fueron las deseadas, en parte porque se desarrolló de forma atropellada y no lo suficientemente madurada. Desde el punto de vista artístico la desamortización de Mendizábal causó un enorme destrozo, dado que los mejores tesoros artísticos se encontraban en manos de los grandes monasterios.

Desde el punto de vista social los resultados tampoco fueron los deseados, como afirmó el gran historiador Claudio Sánchez Albornoz “La desamortización de Mendizábal fue genial en su concepción, pero torpe en sus medios, pudo resolver el grave problema agrario español,

dando las tierras a los campesinos. Sin embargo a lo largo creó una burguesía terrateniente nacional del siglo XIX.” Grandes posesiones y extensas fincas que habían pertenecido a históricos conventos o cabildos catedralicios pasaron a nuevas manos conservando su estructura. Miles de pequeñas fincas que pertenecían al clero secular y se hallaban situadas alrededor de los cascos urbanos pasaron a manos de la burguesía.

No se hicieron caso a las propuestas del diputado Fernández Estrada, que consistían en que los bienes rústicos expropiados se dieran en arrendamientos a largo tiempo o a perpetuidad a los colonos del clero, pagando un canon igual a la renta que pagaban al clero en concepto de arriendos.

􀂃 La Desamortización de Madoz se inició por la ley del 1 de Mayo de 1855 por la que se declaraban en estado de venta todos los predios rústicos y urbanos pertenecientes al Estado, al clero, a las Ordenes Militares, a cofradías, obras pías y santuarios, a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la Instrucción Pública y a cualquiera de los otros pertenecientes a “manos muertas”. La desamortización de Madoz cierra el círculo del proceso desamortizador del siglo XIX en España.

El proceso de venta se realizó a través de numerosas Órdenes Ministeriales a gobernadores y administradores para que las llevasen a cabo.

La Desamortización de Madoz tuvo mayor importancia que la de Mendizábal, tanto por el número de años ya que estuvo vigente hasta el 1900, como el volumen que alcanzaron las ventas. Las diferencias de la desamortización de Madoz con la Mendizábal consisten: en que mientras en la desamortización de Mendizábal la casi totalidad de los bienes vendidos procedían del clero regular o secular, en la desamortización de Madoz los bienes más afectados fueron los de los municipios, tanto los bienes de propios cuyo usufructo era arrendado al mejor postor, como los bienes comunales (dehesas, montes pastos) Cuyo usufructo era disfrutado gratuitamente por vecinos del pueblo.

En consecuencia la desamortización de Madoz tuvo un carácter más rústico que urbano, aunque las fincas rústicas desamortizadas por Mendizábal eran de mejor calidad, la extensión de lo vendido fue mucho menor.

La desamortización de 1855 fue muy importante ya que afectó a todo el territorio nacional. Desaparecieron las inmensas posesiones de los pueblos y municipios, que pasaron a manos de particulares, gentes que pasaron a desempeñar un papel importante dentro de la historia política y económica de España.

Las consecuencias sociales fueron, si cabe, aún más perniciosas para el campesinado, ya que con la desamortización de los bienes comunales, muchos campesinos se vieron privados del único medio de subsistencia que tenían, además perjudicó sobremanera a los  Ayuntamientos ya que el alquiler de los Propios constituían el único ingreso de muchos Ayuntamientos.

CONSECUENCIAS DEL PROCESO DESAMORTIZADOR.

1. POLÍTICAS

El descomunal reparto de “riqueza” que supuso la desamortización y la manera en que se desarrolló, contribuyó a configurar una sociedad desigual, donde las manifestaciones, afiliaciones masivas a partidos de izquierda, sublevaciones campesinas e incluso la guerra civil del 36-39, probablemente no se hubieran producido si las desamortizaciones se hubieran hecho de otra manera.

Posiblemente la vida política y social de muchos municipios en los que se vendieron considerables extensiones de terrenos a unos pocos compradores quedaron condicionados a los deseos de estos- caciquismo.

2. SOCIALES.

Mantenimiento de la concentración de la propiedad en manos de grandes terratenientes, ya que fueron numerosas familias de la burguesía las que se hicieron con las propiedades pertenecientes a los bienes del clero y a las entidades municipales, al mismo tiempo que se producía la proletarización del proletariado.

3. ECONOMICAS.

Falta de Espíritu de empresa y descapitalización de la agricultura. Los nuevos terratenientes, si bien intentaron obtener los máximos beneficios de sus explotaciones, lo hicieron presionando sobre todo a la mano de obra y no intentaron intensificar la capitalización del campo con objeto de incrementar la productividad y los rendimientos.

La mayor parte de los terratenientes originados por la venta de bienes nacionales estuvo constituida por familias que algunas se fueron vivir a la ciudad y junto con las familias poseedoras de fincas rústicas- antigua aristocracia- se erigieron en la elite económica de la sociedad. Estas familias de terratenientes vivieron un tanto apoltronadas sin que les moviese ningún ideal para mejorar los rendimientos y productividad.

Obstaculizó y ralentizó el desarrollo industrial. La desamortización probablemente retrasó el desarrollo de la industria, en tanto que canalizó un volumen cuantioso de dinero a la compra de fincas.

Además con la desamortización se produjo la vinculación del poder económico al político, en cuanto fueron los terratenientes, los que dueños de gran parte del poder político guardaron celosamente las prerrogativas económicas y tuvieron buen cuidado de que la estructura económica del campo permaneciera intacta.

Las transformaciones de la agricultura


LAS TRANSFORMACIONES DE LA AGRICULTURA.

La concepción jurídica de los derechos de propiedad de los gobiernos liberales del siglo XIX, implican la desaparición de las formas propias del Antiguo Régimen (señorío, mayorazgo, bienes comunales, manos muertas) y la consolidación de la propiedad privada de la tierra, como parte de la nueva organización capitalista de la economía.

En sus decisiones influyen los graves problemas agrarios: la oposición del campesinado a seguir pagando viejos derechos feudales, la necesidad de acceso a la tierra, así como la de fomentar la modernización y el progreso en el sector.

De esta forma se inicia una reforma agraria liberal tras la subida de los liberales al poder en 1836, cuyo objetivo era liberar a las tierras de las trabas del Antiguo Régimen, desarrollar la propiedad privada y fomentar la economía de mercado. Las medidas principales fueron:

·         abolición de los señoríos y de los derechos jurisdiccionales

·         desvinculación de la propiedad

·         desamortización de las tierras en manos de la Iglesia y los ayuntamientos

·         así como otras medidas encaminadas a dar libertad a sus propietarios para disponer de sus tierras y sus productos, como son las leyes de cercamiento, fin del privilegio del ganado, libertad de arrendamientos, etc.

LOS EFECTOS DE LA REFORMA AGRARIA.

La abolición de los señoríos y de los derechos jurisdiccionales no significó la perdida de los derechos sobre la tierra de los antiguos señores, ya que la mayoría los había transformado en propiedad privada.

Gran parte del campesinado pleitea contra ellos para acceder a la propiedad de la tierra que cultivaban, pero los tribunales fallan siempre a favor de la nobleza, considerándola “propiedad natural” y a no ser que los campesinos tuvieran documentos (contratos) indiscutibles, la propiedad era de la nobleza.

De esta forma, aunque el campesinado queda libre del pago de las rentas señoriales su situación apenas mejora. Tras la reforma pasan a ser arrendatarios o asalariados de un propietario privado, lo que lleva a agravar el problema del jornalerismo.

La desvinculación de la tierra y las desamortizaciones de Mendizábal en 1836 y Madoz en el 1855permitireron que miles de propiedades salieran al mercado lo que modifica profundamente la propiedad territorial. Miles de edificios y parcelas agrarias cambian de dueño, aumentando el número de poseedores.

Pero el objetivo de los liberales de convertir en propietarios a los pequeños y medianos campesinos no se cumple ya que excepto en algunas zonas, compraron las tierras quienes ya las tenían y quienes contaban con recursos para comprarlas. (Funcionarios, comerciantes, militares…)

Además los nuevos propietarios estaban más interesados en conseguir beneficios rápidos, que en invertir en la tierra y dedicarse profesionalmente a ella. Los compradores no eran campesinos, así que la desamortización no consigue su objetivo, crear una amplia masa de medianos propietarios que mejoraran el sector agrícola.

Si tuvo éxito en otras cuestiones: se obtiene beneficio para financiar la guerra carlista, la hacienda pública adquiere liquidez, se fomenta la construcción del ferrocarril y la tierra se pone en mano de un sector social que quería obtener beneficios, por lo que se mejora el rendimiento debido a la expansión de cultivos y apenas por las mejoras técnicas.

1.3.- Los límites del crecimiento agrario.

La consecuencia más importante de la reforma agraria liberal fue el aumento de la roturación de tierras que estaban sin cultivar. Se pasa de 10 a 16 hectáreas y se consigue una producción de cereal suficiente, sólo se importará en ocasiones especiales, lo que va a permitir un crecimiento sostenido de la población.

La mayor expansión de cultivos se produjo en los cereales (80% del suelo) le siguen la vid, el maíz y la patata. Sin embargo el ganado sufrió un retroceso, ovino y con más intensidad el lanar. Esta ultima afectada por la bajada de las exportaciones de lana, la supresión de la Mesta y sus privilegios, así como las nuevas roturaciones. No obstante aumenta la cabaña porcina.

El aumento de la producción agrícola se alcanza por el aumento de la superficie cultivada y no por la modernización de las técnicas de cultivo, que seguían siendo atrasadas con respecto a Europa. El sector no está estancado pero los progresos son muy modestos.

El lento aumento de la productividad, clave del atraso agrícola se atribuye en parte al marco natural, orografía, suelo, clima, poco favorable, pero sobre todo a la estructura de la propiedad que no permite la mejora técnica.

Existen dos tipos de propiedades:

·         El minifundio (pequeñas propiedades) se encuentran en la submeseta norte y en Galicia. En estas propiedades la producción se destinaba al autoconsumo dada su escasa rentabilidad, lo que no permite la innovación o la venta de excedentes en los mercados.

·         El latifundio (gran propiedad)  se sitúa en Castilla_La Mancha, Extremadura y Andalucía. La mayoría de estos propietarios no estaban interesados en invertir para mejorar el cultivo, sino para obtener beneficio rápido.

Estos tipos de propiedades, frenan la innovación agrícola y deja al campesinado sin tierras en condiciones muy precarias. Esto generará una notable conflictividad campesina a lo largo del siglo XIX.

  

domingo, 10 de noviembre de 2013

Cuadro comparativo de la ideología de moderados y progresistas




Conceptos básicos tema 5


CONCEPTOS BÁSICOS PARA COMPRENDER EL TEMA . LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL.





CONCEPTOS:




* Liberalismo censItario: Idea dominante durante la 1ª mitad del siglo XIX, entre moderados y progresistas, consistente en defender un sufragio censatario (reservado a aquellos con bienes o rentas) para impedir el acceso de las clases populares a la política.




* Camarillas: corrientes de opinión vinculadas por relaciones personales o interés económico que configuraron la escena política de los dos primeros tercios del XIX. No constituían partidos políticos con programas elaborados, tal y como los entendemos hoy día.




* Desamortización: incautación y posterior venta de bienes hasta entonces amortizados (inalienables) propiedad de la Iglesia y de los municipios. En el reinado de Isabel II, las dos grandes desamortizaciones fueron las de Mendizabal (1836) y la de Madoz (1855).




* Concordato: Tratado sobre asuntos eclesiásticos entre un Estado y el Vaticano. Los moderados, para mejorar su relación con la Iglesia, firmaron un Concordato con la Santa Sede (1851) por el que se suspendía la venta de bienes eclesiásticos, se devolvían los no vendidos y, además, se financiaba con fondo público el culto y el clero.




* Consumos: impuestos que gravaban los productos básicos (vino, carne, jabón, etc.), lo que los hizo muy impopulares entre las clases humildes.

 

* Quintas: sistema de reclutamiento de soldados por el que se llama a filas a un joven de cada cinco, entre los 20 y los 30 años, para cumplir un servicio de 2-3 años (aunque podía llegar hasta 8). Era posible librarse de las quintas si se pagaba una indemnización al Estado, algo sólo al alcance de los ricos.

 

* Sufragio universal: Derecho a votar para toda persona que tenga la mayoría de edad política. La Constitución de 1869 instauró el sufragio universal masculino, pues el femenino tendría que esperar hasta la II República.




PERSONAS.




* Mª Cristina: Esposa de Fernando VII y madre de Isabel II (entre otros asuntos comentados en clase). Regente durante la enfermedad del rey y la minoría de edad de su hija Iabel, formó un gobierno de carácter reformista, decretó la amnistía que supuso el regreso de 10.000 exiliados liberales y posibilito el enfrentamiento con los Carlistas. Su resistente conservadurismo político, sus manejos económicos y su oposición a la Ley de Ayuntamientos progresistas la llevaron al exilio de 1840 a 1844.

 

* Isabel II: Reina de España (1833-1868). Tras las regencias de Mª Cristina y Espartero accedió al trono con la mayoría de edad (13 años) y gobernó entre 1844 y 1868. Su reinado fue inestable por numerosos problemas: carlismo, escisión de los liberales entre moderados y progresistas e intervención militar en la vida política.




* Narváez: Principal dirigente moderado, presidente del Consejo de Ministro entre 1844 y 1846, período en que se redactó la Constitución del 45 y se hizo una reforma administrativa y una ley electoral. En su segundo mandato (1847-1851) hizo frente a sublevaciones (1848), acordó las condiciones del Concordato con el Vaticano y suspendió la desamortización. A partir de 1856 volvió a presidir en tres ocasiones el gabinete de ministros, alternando con O´Donnell.




* Espartero: General vencedor de la guerra charlista y regente durante la minoría de edad de Isabel II (1841-43). Su gobierno reinicio las reformas progresistas (desamortización) pero su personalismo e incapacidad de cooperar con las Cortes, le fue aislando de sus correligionarios y se enfrentó a varios alzamientos. En 1843 dimitió, abandonó la regencia y se exilio a Inglaterra.




* Mendizabal: Liberal progresista. En el gobierno durante la regencia de Mª Cristina inició un programa de reformas, entre las que destaca la desamortización de los bienes de la Iglesia regular. La presión de la nobleza y el clero provoco su destitución en el verano de 1836.

 

PARTIDOS Y ORGANIZACIONES:




* Milicia Nacional: Fuerza militar formada por grupos de ciudadanos en 1808 para luchar por el liberalismo. Participó en alzamientos antiabsolutistas, y desde 1835 fue usada por los progresistas para movilizar al pueblo y forzar a la Corona a llamarlos al poder.




* Moderados: Grupo político formado por terrateniente, grandes comerciantes, intelectuales conservadores, miembros de la nobleza y el alto clero y altos mandos militares. Defensores de la propiedad y el sufragio censatario, de la soberanía compartidas entre las Cortes y un monarca con amplios poderes, y de la limitación de los derechos individuales, eran a un tiempo la opción más clerical del liberalismo.




* Progresistas: Grupo político en que predominaba la media y baja burguesía y parte de la burguesía industrial y financiera. De ideas reformistas, defendían la soberanía nacional, rechazando la intervención de la Corona en política. Partidarios de robustecer poderes locales y derechos individuales y colectivos (libertad de prensa, opinión, de religión, etc.) contaban con el apoyo de las clases medias y artesanas en las ciudades.




* Unionistas: Representantes de Unión Liberal, partido que nació tras la escisión de los moderados y que alojó a los progresistas más conservadores. Pretendía ser una opción centrista que agrupara a descontentos con la política moderada y reacios a opciones radicales.




* Demócratas: Grupo escindido de los progresistas que formó el Partido Demócrata (1849), bajo el influjo de los ideales de las revoluciones de 1848, Defendían el sufragio universal, ampliar las libertades públicas, la intervención del Estado en la educación, asistencia social, fiscalizad que paliara las diferencias sociales, etc.




* Guardia Civil: Cuerpo armado con finalidades civiles y estructura militar, creado en 1844. Su función era mantener el orden público y la vigilancia de la propiedad privada, sobre todo en el medio rural.




* Juntas: Creaciones espontáneas surgidas en crisis en las que el poder constituido no responde a los deseos del movimiento burgués y popular. Se constituyen mediante procesos electorales que las configuran como representantes de la voluntad popular. Fueron importantes en los cambios de gobierno, con el ascenso progresista al poder.




 

Tema 5. La construcción del Estado Liberal


Tema 5. La construcción del Estado Liberal 1833 1868

1.- La primera Guerra Carlista. 1833/1840

Tras la muerte de Fernando se inicia la regencia de Mª Cristina hasta que su heredera Isabel alcanzara la mayoría de edad. Sin embargo los partidarios de Carlos Mª Isidro, hermano del rey, inician una insurrección armada.

1.1.- Dos opciones enfrentadas

Así tras la muerte de Fernando VII se inicia una larga guerra civil entre los partidarios de la niña Isabel y los partidarios de Carlos que representaba los intereses del absolutismo,  de la sociedad estamental y el Antiguo Régimen.

Carlismo:

­          Ideología tradicionalista y antiliberal. Oposición radical a las reformas liberales. Inmovilismo

­          Su lema “Dios, Patria y Rey”

­          Defensa de los fueros vasco-navarros, amenazados por las reformas igualitarias y centralistas de los liberales:

o   Instituciones propias de autogobierno y justicia

o   Exenciones fiscales

o   Exenciones de quintas

­          Defienden el trono para Carlos, la monarquía absoluta, el privilegio social de la iglesia, el mantenimiento del Antiguo Régimen y el mantenimiento del sistema foral particularista.

­          Les apoyan miembros del clero y una parte de la pequeña nobleza agraria.

­          También les apoyan un buen número de campesinos del País vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia. Son pequeños propietarios empobrecidos, artesanos arruinados y arrendatarios enfitéuticos que desconfían de la reforma agraria liberal, con miedo por ser expulsados de sus tierras y recelosos de los nuevos impuestos.

­          Se identifican con los valores de la iglesia, defensora de la sociedad tradicional.

Isabelinos:

­          Al principio les apoya una parte de la alta nobleza, los funcionarios así como una parte de la jerarquía eclesiástica.

­          Luego, la Regente busca el apoyo de los liberales. Así se acceden a las demandas de poner fin al absolutismo y al Antiguo Régimen, con lo que se atrae también a la burguesía y a las clases populares de las ciudades.

1.2.- El desarrollo del conflicto armado.

Los carlistas no contaban con un ejército regular y organizado, en principio actuaban como las guerrillas.

Las partidas se levantaron en una amplia zona peninsular pero el foco más importante se situó en las zonas montañosas de Navarra y País Vasco. También norte de Castellón, Bajo Aragón, Pirineo, y las comarcas del Ebro en Cataluña.

 Apoyos internacionales a los dos bandos:

Carlismo
Isabelinos
Rusia
Prusia
Austria
Monarquías absolutas 
Gran Bretaña
Francia
Portugal
Liberales moderados

 

            El conflicto pasa por varias fases:

1º Etapa 1833/1835

­          Guerra en el norte, triunfos carlistas, pero lo conquistan ninguna ciudad importante.

­          En 1834 con Carlos se instala en Navarra y crea una monarquía alternativa.

­          Un nuevo ejército organizado por Zumalacárregui conquista Tolosa, Durango, Vergara y Éibar pero fracasa en la toma de Bilbao, donde muere.

­          En el Levante los carlistas estaban muy desorganizados, se movían en dos zonas:

o   Montañas y zonas del Prepirineo

o   Las de las tierras del Ebro se unen a las del Maestrazgo (extiende por el norte de la provincia valenciana de Castellón y el sureste de la provincia aragonesa de Teruel) y el bajo Aragón conducidas por el general cabrera.

2º Etapa 1836/1840

­          La victoria liberal de Espartero en Luchana (1836) marca esta fase.

­          Los carlistas desarrollan una nueva estrategia ocupando más territorio enviando expediciones a otras regiones, a fin de obtener más recursos para continuar la guerra.

­          La más importante fue la expedición real de 1837 que sale de Navarra, marcha a Cataluña y se dirige a Madrid para ocupar la capital. Sin embargo fueron incapaces de ocupar la ciudad y tuvieron que replegarse.

La debilidad manifiesta del carlismo provoca los desacuerdos entre ellos:

­          Transaccionistas partidarios de un acuerdo con los liberales

­          Intransigentes defensores de continuar la guerra.

Finalmente Maroto jefe de los transaccioncitas firman el convenio de Vergara. Este documento establecía el mantenimiento de los fueros en las provincias vascas y Navarra, así como la integración de los oficiales carlistas en el ejército real.  Solo Cabrera y unas pocas partidas resisten en el Maestrazgo pero son derrotados en 1840.

2.- El proceso de revolución liberal 1833/1843 

2.1.- Los primeros gobiernos de transición 1833-1836

La regente Mª Cristina  contó con un Consejo de gobierno presidido por Fco Cea Bermúdez compuesto absolutistas moderados, con el objetivo de alcanzar un acuerdo con los carlistas.

La reforma más importante de este gobierno fue la división provincial promovida por Javier de Burgos, cuyo objetivo era acabar con la administración local del Antiguo Régimen (sin uniformidad, con poderes solapados) y llegar a una unidad administrativa. España quedó dividida en 49 provincias.

Pero la presión de los carlistas y el inmovilismo del gobierno de Cea Bermúdez, choca con los intereses de la población que reclama reformas. Algunos militares y asesores convencen a la Regente para que renueve el gobierno y consiga la adhesión de los liberales.

Se elige para este fin a Fco. Martínez de la Rosa, liberal moderado, que realizará cambios pero muy limitados.

Se promulga el llamado Estatuto Real, un conjunto de reglas para convocar Cortes

El Estatuto Real de 1834 puede ser considerado como una Carta Otorgada, ya que la voluntad de su redacción partió de la Reina, y en su redacción no participó el pueblo español.

Es un texto de una brevedad inusual, pues únicamente cuenta con 50 artículos estructurados en cinco Títulos, al tiempo que no establece mecanismo alguno de reforma constitucional.

Su redacción es incompleta, pues únicamente se hacen referencias al Parlamento y a la relación existente entre éste y la Corona, sin hacerse ningún tipo de referencia ni a los derechos reconocidos ni a la confesionalidad de Estado.

 

Las reformas eran insuficientes, lo que conlleva la división de los liberales entre:

·         Doceañistas o moderados

·         Exaltados o progresistas.

Los antiguos privilegiados y la corona apoyan y mantienen a los moderados en el poder aunque con numerosos cambios. Pero la necesidad de apoyo social y recursos económicos para acabar con el carlismo le lleva a aceptar un gobierno progresista.

2.2.- Los progresistas en el poder.

Los progresistas contaban con la fuerza del movimiento popular, además tenían mucha influencia en la Milicia Nacional y en las Juntas Revolucionarias.

Durante el verano de 1835 y 1836 protagonizan revueltas urbanas por todo el país que empiezan con el asalto y la quema de conventos. De esta forma las Juntas empiezan a formular sus peticiones:

­          Reunión de Cortes

­          Libertad de prensa

­          Nueva ley electoral

­          Extinción del clero regular

­          Reorganización de la Milicia Nacional

­          Leva de 200.000 hombres para luchar contra el carlismo.

La regente decide en septiembre del 1835 mandar formar gobierno a un liberal, Juan Álvarez Mendizábal.

            La primera medida será reformar el Estatuto Real y conseguir fondos para organizar y armas un ejército contra el carlismo. Pero será destituido cuando intente desamortizar los bienes del clero en el verano de 1836.

            Se producen nuevas revueltas y quema de conventos, reclamándose el restablecimiento de la Constitución  de 1812. Paralelamente se produce el levantamiento de los sargentos de la guarnición de La Granja (residencia real de la regente) que llevó en agosto de 1836 a restablecer la constitución y entregar el poder al progresista José Mª Calatrava.

 



2.3.- El desmantelamiento del Antiguo Régimen.

Agosto 36 a diciembre 37 los progresistas inician el desmantelamiento de las instituciones del Antiguo Régimen para implantar un sistema constitucional y liberal y una monarquía parlamentaria.

Una de sus principales reformas fue la agraria:

  • Disolución del régimen señorial, iniciada en 1812. Los señores pierden sus atribuciones jurisdiccionales, pasando a ser propietarios que arriendan sus tierras a campesinos y jornaleros.
  • La desvinculación supuso el fin de los patrimonios unidos a una familia a perpetuidad (mayorazgos)  y sus propietarios pudieron venderlos libremente.
  • La desamortización, que había puesto en práctica Godoy (iglesia y ayuntamientos)  para recaudar fondos para la hacienda, tuvo un gran avance con el decreto de Mendizábal 1836 con la disolución de las órdenes religiosas, excepto las dedicadas a la enseñanza o a la sanidad, quedándose el Estado con su patrimonio.

Estos bienes se pusieron a la venta en subasta pública a particulares en dinero en efectivo o a cambio de títulos de deuda pública. Así se creaba una masa de compradores agradecidos con el gobierno, fomentándose el espíritu empresarial en estas tierras a tener nuevos dueños. O al menos así se entendía.

  • Otras medidas se encaminaron a fomentar el libre funcionamiento del mercado, como la eliminación de los privilegios de la Mesta, la libertad de arrendamientos agrarios, de precios ...
  • También desaparecen los privilegios gremiales, se da libertad a la industria y el comercio, se eliminan las aduanas interiores y  se elimina el diezmo.

2.4.- La constitución de 1837

El documento se aprueba en junio, es un texto breve que deja al margen varias cuestiones que luego se legislan aparte. Su objetivo es hacer un texto que pueda ser aceptada por progresistas y moderados.

En este texto se reconoce:

­          Soberanía nacional

­          Declaración de derechos del ciudadano (libertad de prensa, de opinión, de asociación)

­          División de poderes

­          Aconfesionalidad del Estado.

­          Establece dos cámaras: Congreso y Senado (elegido directamente por el rey)

­          Reconoce amplios poderes a la corona (vetar leyes, disolver el Parlamento, nombrar y destituir ministros)

­          Se establece la ley de Imprenta que anula la censura previa.

­          La ley electoral fija un sistema censitario, muy restringido, pero que amplía el censo electoral. Votan los varones mayores de 25 años que pagasen un mínimo de 200 reales de contribución directa.

2.5.-  La alternancia en el poder (1837 – 1843)

Se forman dos partidos que se van a alternar en el poder: moderados y progresistas.

Además el ejército interviene constantemente en la política, así Espartero y O´Donnell tiene un papel destacado en estos años.

Los moderados en el gobierno 37/40

Los moderados ganan las elecciones del 37, que se mantendrá hasta diciembre del 40. En este periodo  los moderados intentan cambiar algunos aspectos de la legislación progresista. Para ello decretan:

  • Ley electoral más restrictiva
  • Limitación de la ley de imprenta
  • Ley de ayuntamiento que daba  a la corona la posibilidad de nombrar alcaldes en las capitales de provincias.
  • Se legisló para devolver los bienes expropiados del clero y se intenta reimplantar el diezmo.

La ley de ayuntamientos provoca el enfrentamiento entre moderados y progresistas que junto con la actitud de la regente en apoyo de la medida moderada, lleva a un amplio movimiento insurreccional con la formación de Juntas revolucionarias.

Mª Cristina dimite en 1840 y los progresistas le dan el poder a Espartero como regente.

La regencia de Espartero 1840-43

Espartero disuelve las Juntas revolucionarias y convoca elecciones que dan la mayoría a los progresistas.

Su regencia se verá marcada por su autoritarismo, no supo cooperar con las Cortes, gobernó solo con su camarilla de militares amigos y los ayacuchos (amigos de Espartero. Se les llama así ya que se creía que había participado en esta batalla)

Espartero aprobó una medida económica que permitía la entrada de productos británicos en el mercado español, lo que no gustó nada a los industriales textiles catalanes, que provocaron un levantamiento popular en Barcelona en la que participa la burguesía y las clases populares juntas.

La medida de Espartero será bombardear la ciudad hasta su sumisión, lo que le granjeará muchos enemigos.

Espartero está solo, el progresismo dividido, aspectos que aprovecharán los moderados para realizar una serie de conspiraciones dirigidas por los generales Narváez y O´Donnell.

Espartero abandona la regencia en 1843 adelantándose la mayoría de edad de Isabel para proclamarla reina.

3.-  Las diferentes opciones del liberalismo.

3.1.- las agrupaciones políticas.

Los partidos políticos en este periodo son agrupaciones de personalidades que se unen alrededor de un notable, civil o militar, con los que comparten vínculos personales o intereses económicos, se las denomina Camarillas, o corrientes de opinión.

Moderados.

­          Se autoproclamaban “personas de orden”

­          Grupo heterogéneo formado por terratenientes, comerciantes, intelectuales conservadores, antigua nobleza, alto clero y altos mandos militares.

­          Defienden el derecho a la propiedad para garantizar el orden

­          Sufragio restringido

­          Antepone los principios de autoridad y orden social al de libertad

­          Desconfían de la presencia de las masas en la política que debía estar en manos de minoría propietaria e ilustrada.

­          Defienden la soberanía compartida entre las cortes y la corona.

­          La corona tiene amplios poderes, (nombra ministro, disuelve las Cortes y veta las leyes…)

­          Limitan los derechos individuales (sobre todo los colectivos) libertad de prensa, de opinión, de reunión y asociación.

­          Defienden la confesionalidad del Estado y le otorga a la Iglesia una gran influencia social.

Progresistas

­          Se consideran “defensores de la libertad2

­          Lo forman mediana y pequeña burguesía, la oficialidad media del ejército, las clases populares urbanas, a los que une su espíritu de reforma.

­          Defienden la soberanía nacional y el predominio de las cortes.

­          Rechazan la intervención de la corona en la política que tendría sólo un papel moderador

­          Partidarios de afianzar los poderes locales (ayuntamientos, Milicia nacional…)

­          Otorgan amplios derechos individuales y colectivos: prensa, opinión, religión…

­          Sufragio censitario, pero eran partidarios de ampliar la base electoral

­          Ven necesaria una reforma agraria que ponga fin a la propiedad vinculada.

­          Son partidarios de limitar la influencia social de la iglesia.

 

UNIÓN LIBERAL

­          Se forma con la escisión de los moderados y se atrajo a los más conservadores del progresismo.

­          Pretendían ser una opción de centro, pero ideológicamente no presentan novedad alguna.

­          Era más bien una unión política para gobernar que agrupaba a los descontentos con la política moderada.

­          Su impulsores son los generales Serrano y O´Donnell

 

DEMÓCRATAS

­          Son una escisión de los progresistas.

­          Defienden la soberanía popular y el sufragio universal masculino

­          Quieren una sola cámara electiva.

­          Buscan la ampliación de las libertades públicas y el reconocimiento de los derechos colectivos.

­          Son partidarios de la libertad de imprenta, de la formación de la Milicia nacional, elección de los ayuntamientos y diputaciones.

­          Implicación de la administración en la enseñanza y la beneficencia.

­          Libertad de culto para todas las religiones.

­          Sus bases están en las clases populares urbanas y los grados más bajos de la Milicia.

REPUBLICANOS

­          Defienden la república como única vía posible para la democracia ya que elige los cargos públicos y  la jefatura de Estado.

 

4.- La década moderada 1844/1854

Tras acceder al trono al adelantarse su mayoría de edad en noviembre de 1843, Isabel II mostró desde un principio su preferencia por los moderados, dejando fuera del juego político al partido progresista. Se abría un largo período de predominio moderado. Los progresistas optaron. o por el retraimiento, negándose a participar en unas consultas electorales claramente amañadas, o por la preparación de pronunciamientos apoyados por insurrecciones populares.

4.1.- La configuración del régimen moderado.

Gobierno del general Narváez que desarrolla una política basada en el liberalismo moderado o doctrinario.

Pretendía poner fin a la etapa anterior y normalizar las instituciones liberales:

  • El gobierno se sustentaría en el orden y la autoridad.
  • Las reformas políticas se combinarían con férreas medidas represivas contra los progresistas, cuyos líderes se exiliaron.
  • Sus apoyos llegaron de la burguesía terrateniente (nacida de la unión entre los antiguos aristócratas y la burguesía propietaria) que temían tanto al carlismo como a las clases populares.
  • La corona y parte del ejército fueron los valedores de este sistema que no dudó en falsear las elecciones para garantizar el triunfo del partido en el gobierno. A la oposición no quedaba otra alternativa que la conspiración para alcanzar el poder.

La constitución de 1845

­          Soberanía conjunta del rey y las Cortes.

­          Ampliación de poderes para el ejecutivo y disminución para el legislativo.

­          Restricción del derecho al voto

­          Senado no electivo.

­          Ayuntamiento y diputaciones se someten a la Admón. central

­          Se suprime la Milicia Nacional

­          Se plantea la exclusividad de la religión católica, como oficial del Estado, acordándose el mantenimiento del culto y del clero.

­          Se mantiene una parte del articulado de la constitución del 37, sobre todo la declaración de derechos, pero regulados por leyes posteriores más restrictivas.

­          La corona aumenta su poder, nombra ministros, disuelve las Cortes, veta sus decisiones, designa al Senado entre personalidades relevantes de su confianza.

Otras medidas fueron:

­          Nueva control de la libertad de imprenta, lo que suponía un control gubernamental sobre la prensa

­          Supresión de los jurados que sancionaba los delitos de opinión.

­          Nueva ley electoral 1846 que establecía un sufragio censitario muy restrictivo (mayores contribuyentes de cada localidad, personalidades destacadas de la cultura, ejército, administración e Iglesia. Se establece los distritos uninominales que favorecen el voto rural sobre el urbano y facilita la intromisión del gobierno en las elecciones y posibilitaba su falseamiento.

Concordato con la Santa Sede.

La intención era atraer a la Iglesia más cercana a los planteamientos del carlismo y molesta con los liberales por la desamortización y la supresión del diezmo.

El acuerdo establece:

­          Se suspende la venta de los bienes del clero y retornan los no vendidos durante la desamortización.

­          La Iglesia reconoce a Isabel II y la respalda (en perjuicio del carlismo) y la obra desamortizadora ya realizada.

­          El Estado se compromete a sostener a la Iglesia, con un presupuesto para el culto y el clero.

­          Se restablecen muchas de las órdenes regulares.

­          Se les reconocen competencias en materia educativa

­          El catolicismo pasa a ser la religión oficial del estado.

4.2.- La institucionalización del Estado Liberal.

Los principios del moderantismo eran centralismo, uniformidad y jerarquización que se desarrollaron mediante leyes y reformas.

­          Se lleva a cabo una reforma fiscal Ley Mon-Santillan 1845 para aumentar los ingresos del estado: se centralizan los impuestos en manos del Estado, se favorece la contribución directa basándose en la propiedad.

­          Ante la dispersión de las leyes se favoreció la unificación de códigos como el Código Civil, desarrollándose un nuevo Código Penal.

­          También se reforma la administración pública, reorganizándose los cargo y elaborando una ley de funcionarios (para su acceso)

­          Se reordena la admón. territorial, con los criterios de la reforma de 1833, fortaleciendo los gobiernos civiles y militares, así como las diputaciones provinciales.

­          Se desarrolla la Ley de admón. Local, que controla el poder municipal, así los alcaldes de las localidades de más de 2000 habitantes y de las capitales de provincia serían designados por la corona, mientras que el gobernador civil designaría a los alcaldes de los municipios menores.  Así el poder local pasaba a ser piramidal dependiendo de un poder central en Madrid.

­          Para evitar un rebrote carlista se decreta 1844 el mantenimiento de los ayuntamientos forales y las Juntas Generales en País Vasco y Navarra, mientras que las aduanas se trasladan a los Pirineos.

­          Se establece el sistema nacional de instrucción pública, que regulaba la enseñanza y los planes de estudio. Posteriormente se desarrolla la Ley Moyano, primera gran ley educativa.

­          Se adopta un sistema de pesos y medidas único, el métrico decimal.

­          Se disuelve la Milicia Nacional y se crea la Guardia Civil, cuerpo armado con finalidades civiles pero con estructura militar, para el mantenimiento del orden público.

4.3.- La crisis del gobierno moderado.

En este periodo no  hubo estabilidad, en el 46 hubo 3 gobiernos y al año siguiente 4.

Los problemas que generan:

­          Actúan de forma arbitraria y excluyente

­          Se manipulan las elecciones

­          Se reduce el poder del legislativo.

­          La vida política no se lleva a cabo en las Cortes sino alrededor, debido a la influencia de las distintas camarillas que buscaban el favor real o gubernamental y que estaban al margen de la vida parlamentaria.

Durante el gobierno de Bravo Murillo se propone una nueva reforma constitucional que trasformaría el Estado en una dictadura tecnocrática (Técnico o persona especializada en alguna materia de economía, administración, etc., que ejerce su cargo público con tendencia a hallar soluciones eficaces por encima de otras consideraciones ideológicas o políticas) que gobernaría por decreto, suspendiendo indefinidamente las Cortes, restringiéndose aún más el censo electoral.

Según esta tendencia, el sufragio y el parlamentarismo no eran aceptables, un buen gobierno se definía por una admón. eficiente y un buen fomento de la riqueza. Con esta reforma desaparecía el régimen parlamentario.

Esta medida no fue aceptada ni dentro del moderantismo que desplaza Bravo Murillo del poder, aumentando la descomposición del partido al tiempo que aumentaban el descontento de los sectores sociales marginados de la política.

Con la revolución de 1854 los progresistas llegan al poder.

 5.- El bienio progresista 1854/1856

5.1.-La revuelta de 1854 y el nuevo gobierno progresista

El autoritarismo del gobierno anterior, llevó a la sublevación de los progresistas, demócratas e incluso algunos moderados al pronunciamiento de Vicálvaro (junio 1854 La Vicalvarada)

El general O'Donnell (moderado) funda un nuevo partido la Unión Liberal con la idea de ser una tercera vía entre progresistas y moderados.

Los sublevados elaboran el llamado Manifiesto de Manzanares con una serie de peticiones como el cumplimiento de la constitución del 45, la reforma de la ley electoral, la reducción de impuestos y la restauración de la Milicia.

La presidencia recae en Espartero con O'Donnell como ministro de guerra. La convocatoria de elecciones se hizo con una base electoral más amplia (1837) lo dio la mayoría a los progresistas y la llegada al Parlamento de algunos demócratas.

El nuevo gobierno intenta restaurar los principios del progresismo:

·         restaura la Milicia

·         la ley municipal permite la elección directa de los alcaldes

·         prepara una nueva constitución que no llega a ser promulgada “Non nata” que introducía novedades como la libertad de culto, la elección del Senado con igualdad de poderes que el Congreso

·         los aspectos económicos son una serie de reformas en defensa de los intereses de la burguesía urbana y las clases medias, para impulsar el desarrollo y la industrialización del país.

5.2.- La legislación económica

Se reanuda la obra desamortizadora con la Ley de Madoz, que afectó a los bienes del Estado, la iglesia, las órdenes militares, las instituciones benéficas y los ayuntamientos (bienes de propios y comunales). Su objetivo era conseguir recursos para la Hacienda e impulsar la modernización económica.

Una parte de estos ingresos se invierten en la red de ferrocarriles, clave para fomentar los intercambios y el crecimiento industrial.

La construcción del ferrocarril se inicia en 1855 con la Ley General de Ferrocarriles que regulaba su ejecución y ofrecía incentivos a las empresas, lo que beneficia a los capitales extranjeros.

También y para fomentar el desarrollo económico se legisla para favorecer la reforestación, poner en marcha el telégrafo, ampliar la red de carreteras, fomentar las sociedades por acciones y de la banca y desarrollar la minería.

5.3.- La crisis del bienio progresista

Las reformas del gobierno no remediaron las crisis de subsistencia que llevó al pueblo a iniciar revueltas en 1854 provocando un clima de grave conflictividad social.

En Cataluña, el alza de precios, las malas cosechas, etc. produjo huelgas obreras en el 55. Sus peticiones eran reducción de impuestos de consumo (indirectos) abolición de quintas, mejora de salarios y reducción de la jornada laboral.

El malestar llego también a la agricultura con un amplio levantamiento campesino en Castilla, así como a numerosos motines populares en diferentes ciudades del país, con el asalto e incendio de finas y fábricas.

El gobierno acabó presentando la Ley de Trabajo que introducía mejoras y permitía asociaciones de obreros, pero la crisis no se frenó. La gran conflictividad social significó la llegada del movimiento obrero a la escena política del país, lo que retrajo y atemorizó a las clases conservadoras.

A ello hay que sumar las diferencias que se plantean dentro de la coalición gubernamental, entre el progresismo más moderado (Unión Liberal) y el progresismo radical (Partido Demócrata)

Espartero dimite, dejando a O’Donnell en el gobierno que reprimirá duramente las protestas.

6.- La descomposición del sistema isabelino 1856/1868

6.1.- Los gobiernos unionistas 1856/1863

            El nuevo gobierno unionista liderado por O’Donnell intenta un equilibrio político entre el proyecto moderado y algunas propuestas progresistas (limitación del poder d la corona, aceptación de la desamortización civil)

Así consigue una relativa estabilidad política interior, que se ve acompañada de una prosperidad económica debido a las acciones del ferrocarril.

Se intenta revitalizar el parlamentarismo, siempre bajo control del estado y hacer una política más tolerante con la oposición. Aunque las elecciones se seguían amañando para asegurar la mayoría parlamentaria, también fijaban una minoría de oposición en el Congreso para evitar su marginación y la posibilidad de nuevas insurrecciones.

En la política exterior buscaba recuperar el prestigio internacional, despertar en los partidos el fervor patriótico y contentar al ejército. Para ello se llevan a cabo varias campañas:

- expedición a Indochina: en colaboración con Francia, debido a la muerte de unos misioneros. Beneficia sobre todo a los franceses que ocupan este territorio.

- La intervención en México: con franceses y británicos para exigir a este pais el pago de una deuda. España se retira debido a la falta de entendimiento con los franceses.

- Campañas militares de Marruecos 1856/1860, debido a disputas fronterizas. Las batallas de Tetúan y Castillejos llevaron a la paz de Wad- Ras que da a España el territorio de Ifni y Ceuta. (Destaca el general Prim)

Desde el año 1863 la descomposición de la coalición de gobierno se hace más evidente con una sucesión de gobiernos inestables. El Unionismo fue incapaz de afrontar la oposición de la corona y los moderados, que se negaban a disolver las Cortes. O´Donnell dimite y la reina entrega el poder a los moderados.

6.2.- Los gobierno moderados 1963/1868

Del 63 al 68 supone la vuelta de Narváez y el regreso de los principios del moderantismo.  Sin embargo, las disputas internas, las conspiraciones, los pactos y pronunciamientos,  hacen evidente la falta de apoyos sociales y la debilidad del gobierno.

El moderantismo gobierna de forma autoritaria, al margen de las Cortes y los grupos políticos, reprimiendo duramente a los opositores.

Los progresistas acusan a la corona de obstaculizar el funcionamiento de las instituciones y favorecer formas de gobierno dictatoriales. Asi, la marginación política a la que estaban sometidos le lleva a una nueva insurrección con el apoyo de los demócratas que tienen gran influencia entre las clases populares.

En 1866 tuvo lugar la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil, con el apoyo de progresistas y demócratas, paralelo a un levantamiento en Madrid. La insurrección acabó con 66 fusilados y más de mil prisioneros.

Una parte de los unionistas se pusieron en contra del gobierno, acercándose a las posturas progresistas mientras O´Donnell se exiliaba en Gran Bretaña.

            La situación empeora con la crisis de subsistencia que se inicia en 1866, que hace subir los precios y el descontento popular.

Desde este momento amplios sectores de la sociedad coincidían en la necesidad de dar un giro radical a la situación.