LA II REPÚBLICA
1.- La proclamación de la República y el período constituyente
El 12 de abril del 31 se celebran
elecciones municipales en España mediante el sufragio universal masculino con
una participación muy alta. En 41 de las
50 capitales de provincia triunfan
las candidaturas republicano-socialistas, así como en la mayor parte de las
zonas industriales, Madrid y Barcelona.
El 14 de abril
los concejales electos de Eibar
(Guipúzcoa) proclaman la republica, igual que en Valencia, Sevilla Oviedo, Zaragoza
y Barcelona, mientras la población salía a la calle de forma espontánea y pacífica para celebrarlo.
Ante esta
nueva situación, el rey decide renunciar
y ese día marcha hacia el exilio. Llegada de Alfonso XIII a París el 16 de
abril 1931
En Madrid los
firmantes del Pacto de San Sebastián
forman un gobierno provisional proclamando oficialmente la Segunda República.
En este
gobierno estaban presentes, republicanos
conservadores, de izquierda y radicales, socialistas y nacionalistas catalanes
y gallegos. Al margen quedan la derecha monárquica, nacionalismo vasco,
comunistas y anarquistas.
Las elecciones a cortes constituyentes se
convocan para el 28 de junio mientras se decretan una serie de medidas de extrema urgencia: amnistía
general para presos políticos, proclamación de libertades políticas y
sindicales y designación de altos cargos de la administración.
Además se acometen otras medidas
igual de urgentes, reforma del
ejercito, negociación con catalanes y vascos sobre su autonomía, medidas para
los campesinos que han perdido sus tierras y otras medidas económicas para
afrontar la crisis.
Las medidas
fueron bien acogidas y contaron con un amplio
apoyo popular, mientras crecía la
oposición de los grandes propietarios agrícolas, la oligarquía financiera,
parte del ejército y la Iglesia.
En
las elecciones generales la
participación fue muy alta (70.14 %), dando la victoria a la coalición republicano-socialista (250 frente a 464)
1.2 La constitución de 1931
Tras
las elecciones el ejecutivo queda en manos de la coalición vencedora, que elige
como jefe de gobierno a Niceto Alcalá
Zamora y a los ministros del gobierno provisional. Se convoca una comisión
para elaborar un proyecto de constitución que será aprobado en diciembre del 31
después de intensos debates.
La constitución del 31 es muy avanzada, tiene un marcado carácter democrático y progresista, que
se recoge en el artículo primero: “España
es una República de trabajadores de todas clases que se organiza en un régimen
de libertad y justicia”:
-
el Estado se
configura de forma “integral” pero
se acepta la posibilidad de gobiernos
autónomos en algunas regiones.
-
El poder legislativo
reside en las Cortes, formadas por una
sola cámara con amplias atribuciones. El ejecutivo recae en el gobierno, formado por el Consejo de Ministros, el jefe de gobierno y el Presidente de la
República.
Se incluye también
una amplia declaración de derechos y
libertades.
Garantizaba la igualdad ante la ley, la educación y el
trabajo, así como la no discriminación en cuanto a sexo o riqueza.
El gobierno tiene la facultad de
expropiar bienes si los considera de utilidad social, definiendo el trabajo como una obligación social.
El derecho al voto se establece a los 23 años y por primera vez se
concede el derecho al voto a las mujeres.
También afirma la laicidad del
Estado, ya que no declara ninguna religión como la oficial, estableciendo
además el matrimonio civil y el divorcio.
Esta novedosa Constitución no consigue
el consenso de todas las fuerzas políticas, pero fue aprobada por una amplia mayoría (368 votos) debido a las fuertes diferencias
ente la izquierda y la derecha sobre todo en el tema religioso y autonómico.
La aprobación
de los artículos sobre la religión llevó a la dimisión de Alcalá Zamora y la elección de Manuel Azaña, mientras que el anterior será
el presidente de la República.
1.3.-
Partidos y sindicatos
La república fue un periodo de gran actividad politica y sindical, el
Parlamento fue el centro de la vida politica del país.
Grupos
de izquierda.
Todos son partidarios de:
-
Laicidad del Estado
-
Democratización del ejército
-
Reforma agraria
-
Derechos sociales y laborales
-
Autonomía.
REPUBLICANOS
- Los grupos
republicanos de ámbito estatal son:
o
Radical-socialista
con apoyos entre las clases medias e intelectuales
o
Acción
republicana en el que destaca Azaña
Ambos con más
prestigio que fuerza electoral
-
En el ámbito regional:
o
Organización Republicana Autonomista Gallega ORGA (ídem a los anteriores)
o
Ezquerra
Republicana de Catalunya con amplia militancia y fuerza electoral.
TODOS SON
PARTIDARIOS DE GRANDES REFORMAS, PERO NO TIENEN POSTURAS REVOLUCIONARIAS.
OTROS
-
Partido Socialista Obrero Español PSOE, con una gran fuerza. Dentro hay dos tendencias:
o
Corriente socialdemócrata
liderada por Julián Besteiro e Indalecia Prieto partidaria de retrasar las
acciones revolucionarias.
o
Otro grupo más
revolucionario con Largo Caballero, que además era secretario de la UGT que
consideraba la República como un camino hacia el socialismo.
-
Partido Comunista de España PCE surgido de
una rama bolchevique del socialismo
-
Partido Obrero
de Unificación Marxista POUM creado en 1936 de tendencia antiestalinista.
SINDICATOS
-
CNT con un
gran número de afiliados, en el que se desarrollan dos corrientes:
o
Trentistas
con una orientación moderada y netamente sindicalista, apoyan a la Republica
o
FAI Federación
Anarquista Ibérica defienden la vía insurreccional y armada. ( Durruti, Ascaso
y García Oliver)
Grupos de derecha
Todos son partidarios de:
-
Estado confesional
-
Privilegios del ejército
-
Defensa de la propiedad agraria tradicional
-
Contraria a las reformas laborales
-
Estado unitario
CENTRO DERECHA
-
Partido Radical
de Lerroux
-
Derecha Liberal
republicana de Alcalá Zamora
Derivaron hacia posturas
conservadoras contrarias al gobierno republicano.
CONSERVADORES Y CATÓLICOS
-
Se desmoronan tras la proclamación de la republica.
-
Manifiestan una clara oposición a la republica, aunque
algunos la aceptan:
o
Partido
agrario
o
Partido
Liberal demócrata
o
Acción Española,
(Pemán) cuyo objetivo era armar ideológicamente a la derecha y presentar un
proyecto de monarquía católica y tradicional frente a la revolución social.
o
CEDA Confederación Española de Derechas Autónomas,
el gran partido de la derecha, católica y conservadora. Era una coalición
liderada por José María Gil Robles que defiende la propiedad agraria, el peso e
influencia de la Iglesia, el ejercito y
de los propietarios.
o
A nivel regional:
§
Lliga
regionalista catalana
§
Partido
Nacionalista Vasco PNV
o
Monárquicos claramente contrarios a la
República, que defienden la necesidad de un golpe de Estado: Renovación Española de José Calvo
Sotelo
o
Carlistas:
Comunión Tradicionalista
NACIONALSOCIALISTA Y FASCISTAS
Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista
JONS unidas a Falange Española, partido fundado por José Antonio Primo de
Rivera. Con una ideología antidemocrática, defendía la ultranza el nacionalismo
español, organizados en grupos paramilitares de acción directa dispuestos a
enfrentarse a los grupos de izquierda.
2.- El bienio de izquierdas
1931-1933
Entre diciembre
del 31 y septiembre del 33 el gobierno
lo preside Azaña formado mayoritariamente por republicanos de izquierda y socialistas que llevan a cabo varias
reformas con el objetivo de modernizar y
democratizar al país.
2.1.- La cuestión religiosa.
Uno
de los primeros objetivos fue el de limitar
la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad, principios que se
recogen en la Constitución que establece la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos, la supresión
del presupuesto para el culto y el clero, la secularización de los cementerios, el matrimonio civil y el divorcio.
Para
eliminar su influencia en la educación,
se prohíbe a las órdenes religiosas
que ejerzan como docentes. Además se
establece la Ley de Congregaciones (mayo
31) que limita la posesión de bienes
a las órdenes religiosas, así como su posible
disolución en caso de considerarse peligrosas para el Estado.
Ley de Confesiones y
Congregaciones religiosas de 1933
El
problema más grave lo representan
los Jesuitas por su cuarto voto de
obediencia al Papa, lo que llevo a la disolución
de la Compañía de Jesús y la nacionalización de sus bienes.
Una gran parte
de los sectores católicos considera esta nueva legislación como
una clara agresión. Situación que se
incrementa cuando en los días 11 y 12
resurgen los movimientos populares
anticlericales que incendian conventos y edificios religiosos. De esta
forma, toda la jerarquía eclesiástica manifiesta su oposición a la república
(menos el cardenal Vidal y Barraquer) lo que provoca la expulsión del Cardenal
Segura abiertamente hostil.
2.2.- La reforma del ejército.
Modernización.
El
gobierno liderado por Azaña, que también era ministro de Defensa creía
necesaria una gran reforma en el ejército que lo hiciera más profesional y democrático.
La
reforma más necesaria era la reducción
de sus efectivos y sobre todo el número
excesivo de mandos (un oficial por cada tres soldados), eliminar el fuero especial de los
militares, asegurar su obediencia al poder civil y sobre todo acabar con la
tradicional intervención del ejército en la vida politica.
Así
se promulga la Ley de Retiro de la
Oficialidad (1931) por la cual todos los oficiales en activo debían prometer su adhesión a la República, ofreciéndoles
la posibilidad de retirarse con el sueldo integro si querían. (Más de la mitad
de la oficialidad aceptó la oferta)
También
se suprimieron algunos rangos, se
reducen el número de unidades y oficiales y se cierra la Academia Militar de Zaragoza, donde se localizaban los
sectores golpistas.
Se
clausuran las Capitanías Generales, desaparecen
los Tribunales de Honor y el Consejo Supremo de Justicia Militar, así
como la prensa exclusiva para el ejército.
Se crea la Guardia de Asalto una fuerza
de orden público fiel a la República.
La
reforma aunque técnicamente bien planteada tuvo resultados limitados. Se disminuyeron
los gastos del ejército, pero la reducción
del presupuesto dificultó su modernización en armamentos y equipamientos.
Además
la reforma fue recibida como una agresión
a la tradición y al poder del ejército por algunos sectores, entre ellos
los africanistas. Este descontento lo aprovecha la derecha para animar a la
revuelta militar contra la República.
2.3.- La reforma agraria.
Este sería el
proyecto de mayor envergadura, cuyo objetivo era poner fin al predominio del latifundismo y mejorar las condiciones de vida de
los campesinos pobres y jornaleros.
Los
primeros decretos perseguían proteger a
los campesinos sin tierra y a los arrendatarios, prohibiendo que se
rescindieran los contratos de arrendamiento. También se fija una jornada laboral de 8 horas para el
campo, estableciendo un salario mínimo
al tiempo que se obligaba a los propietarios a poner en cultivo las tierras
aptas para ello.
El
tema principal fue la elaboración de una Ley
de Reforma Agraria que se aprueba en septiembre
del 32. Su objetivo no era un cambio radical del campo ni una
colectivización de la tierra, sino la modernización de la agricultura.
La ley
permitía expropiar sin indemnización las
tierras de una parte de la nobleza (grandes
de España) mientras que las cultivaban
de forma deficiente, arrendaran continuamente y se mantuvieran de secano pudiendo ser de regadío se expropiaban con
indemnización.
La
ley la aplicó el Instituto de la Reforma
Agraria IRA que contaba con un presupuesto anual para indemnizar a los
expropiados y facilitar los asentamientos de familias campesinas.
Los
resultados de la ley fueron escasos ya que se expropiaron muchos
menos hectáreas de las previstas, al tiempo que se asentaban muchas menos
familias. Las razones del fracaso hay que buscarlas en la complejidad de la ley, lentitud y
dificultades burocráticas para su aplicación, la falta de presupuestos para las
indemnizaciones y la gran resistencia de los propietarios.
La
aplicación de la ley provoca un gran aumento
de la conflictividad social. Los grandes propietarios se oponen abiertamente
aliándose con los otros “enemigos” de la República para acabar con ella. Por
otro lado los campesinos quedaron
decepcionados con los resultados, orientándose hacia posturas más
revolucionarias y de enfrentamiento (ocupación de tierras, incendios de
cortijos, reyertas con la Guardia Civil…)
2.4.- La reforma del Estado
centralista
Otra
de las cuestiones pendientes era permitir
que las regiones tuviesen una organización propia para acceder a la autonomía.
En Cataluña el 14 de abril del 31 Francesc
Maciá había proclamado la República Catalana. Esto crea un grave problema,
dado que la constitución preveía un nuevo tipo de Estado que favorecía las
autonomías. Se llega a un acuerdo con los dirigentes catalanes, por la que se
anula la decisión anterior a cambio de la formación de un gobierno autonómico
provisional Generalitat cuya primera tarea sería la elaboración de un Estatuto
de Autonomía, el llamado Estatuto de
Nuria fue aprobado en referéndum popular por el 99% de los votos.
La Constitución reconoce el marco legal del
Estatuto, aunque con algunos recortes. Y aunque contó con la oposición de
la derecha y algunos sectores republicanos fue aprobada en septiembre del 32.
La
autonomía catalana contaba con un gobierno
y un parlamento propios con competencias en materia económica, social y
cultural, reconociéndose el catalán como idioma cooficial. Francesc Maciá fue el presidente con Ezquerra Republicana.
En
el País Vasco, el PNV y los carlistas
aprobaron en junio del 31 un proyecto de estatuto, Estatuto de Estella. Pero este proyecto se demoró en el tiempo por
la oposición de los socialistas y los republicanos de izquierda la consideraban
poco democrática y demasiado confesional e incompatible con la constitución
republicana.
En el 36 ya empezada la guerra se aprueba un estatuto cuyo primer lendakari fue José Antonio Aguirre
del PNV.
En
Galicia, el nacionalismo era menos
acusado y no era una fuerza hegemónica. El proceso del estatuto fue lento y el 28 de junio del 36 se aprueba, pero no
llega a aplicarse debido al estallido de la Guerra Civil.
2.5.- La reforma educativa y
cultural.
A
la reforma educativa de gran calado cultural se le dedicaron muchos recursos. El objetivo era promover una educación liberal y laica y que el
Estado asegurase el derecho a la educación a toda la población.
Se
inicia en la educación primaria con la creación
de 10.000 escuelas y 7.000 plazas de maestros mientras que se aumentaba el
presupuesto en un 50% adoptándose un
modelo de escuela mixta, laica,
obligatoria y gratuita.
La
República veía necesaria la mejora del
nivel cultural de la población así como considerarla un derecho para la mayoría.
Para ello con el apoyo de intelectuales y artistas se realizaron campañas
culturales para los sectores más humildes. Las llamadas Misiones Pedagógicas formadas por grupos ambulantes de estudiantes,
profesores e intelectuales llevaban a zonas rurales bibliotecas, coros,
conferencias, cines y teatro.
2.6.- Las reformas laborales.
Desde
el ministerio de trabajo, Fco. Largo Caballero inicia una serie de reformas
para mejorar las condiciones laborales. Se aprueba la Ley de Contratos de Trabajo que regula la negociación colectiva, la Ley
de Jurados Mixtos con el poder de arbitraje vinculante en caso de desacuerdo.
También
se establece la semana laboral de 40
horas y se estimula la subida
salarial. Se crean los seguros sociales, se reduce la jornada
laboral en el campo y se refuerza el papel de los sindicatos agrarios.
Las
organizaciones patronales se opusieron a estas medidas y consiguieron frenar
algunos proyectos.
3.- Los problemas de la coalición republicano-socialista.
3.1.- Una coyuntura económica desfavorable
El
cambio de régimen coincide con la etapa más cruda de la depresión económica
mundial que se inicia con el desplome de la bolsa de Nueva York en
octubre del 29. Esta crisis influye en
menor medida en la economía española, debido a la escasa participación de
nuestra economía en el mercado internacional, pero imposibilita el crecimiento
ya toda Europa vide una situación de recesión.
La crisis paraliza la emigración a América,
válvula de escape en zonas de paro crónico como Andalucía o Galicia.
Así
la crisis agravó los tradicionales
problemas internos de la economía, paro
agrícola, desigual reparto de la tierra, escasa competitividad internacional,
déficit en la balanza comercial, etc. A estos se suman otros, los derivados
de la politica económica del bienio. Por
ejemplo, el aumento de los salarios no se correspondió con un crecimiento de
la productividad, lo que hace descender los beneficios empresariales. Así
aumenta el descontento y la desconfianza empresarial lo que lleva a un hundimiento de la inversión privada,
sobre todo en noviembre del 33 cuando la coalición fue derrotada en las
elecciones.
Además
el gobierno había optado por disminuir
el gasto para reducir el déficit heredado de la dictadura para llegar a un
presupuesto equilibrado. Pero la reducción de la inversión pública tuvo
graves consecuencias en sectores como la siderurgia, la construcción de
maquinaria, construcción naval, etc.
3.2.- La conflictividad social
La lentitud de las reformas, conlleva al desencanto e impaciencia de los
trabajadores.
La CNT vio la ocasión perfecta para su
proyecto revolucionario y fomentó la
conflictividad laboral e insurrecciones
campesinas para poner fin al orden burgués. A partir del 33 será la etapa
más revolucionaria de la CNT a la que se suman los sectores más radicales del
socialismo a través de la poderosa organización del campo, la Federación de
Trabajadores de la Tierra. El partido Comunista también aumenta su afiliación.
Huelgas, insurrecciones y ocupaciones de tierras
fueron en aumento (402 en el 30, 734 en el 31 y 1127 en el 32) Entre el 32 y el 33 se dieron varios casos de sublevaciones
importantes, la minería en Barcelona o los campesinos en Andalucía (Casas
Viejas): en estos casos se tomaba el
ayuntamiento, se quemaba el registro de la propiedad, se colectivizaba la
propiedad y se declaraba el comunismo libertario. Acababan con la intervención de la Guardia Civil o la de Asalto. La
represión era muy cruenta con la
muerte de campesinos.
Estos
hechos provocaron un gran desgaste del
gobierno que se vio desacreditado al tener aplicar duras medidas policiales
para controlar el orden público. Además
los conflictos incrementaron la desconfianza empresarial lo que hace descender
más inversión y hace empeorar la situación económica. Esta situación la
aprovechan los sectores contrarios a la republica para acabar con la coalición
gobernante.
3.3.- La reorganización de las derechas.
Las reformas y la conflictividad
disgustaron a las elites económicas, sociales e ideológicas, Iglesia, grandes
propietarios de tierras, organizaciones patronales, etc. Además amplias
capas de las clases medias las veían muy radicales. Estos grupos se fueron organizando alrededor de partidos
conservadores u organizaciones de tipo fascista para acabar con el gobierno.
- El centro-derecha se organiza alrededor del Partido Radical de Lerroux, con empresarios, comerciantes y propietarios agrícolas.
- La derecha monárquica, católica y conservadora con grandes campañas contrarias a la reforma religiosa, la agraria o el estatuto catalán. En el 33 se organiza la CEDA de Gil Robles con un gran número de afiliados.
- Otros grupos como Renovación Española de Calvo Sotelo, la Comunión Tradicionalista (carlistas) y los fascistas JONS y Falange, aunque minoritarios llevan a cabo una gran actividad de agitación contra el gobierno, al que acusan de marxista y bolchevique, creando un clima de crispación que arrastró a toda la derecha.
- Algunos sectores del ejército se hicieron eco del malestar social y protagonizaron insurrecciones. Como la del General Sanjurjo en agosto del 32,
con el objetivo de hacer virar la republica hacia posturas de derecha pero
fracasa estrepitosamente. Un año
después se crea la Unión Militar
Española UME una organización clandestina de militares derechistas y
antirreformistas.
4.- El bienio conservador 1933/1935 El bienio negro.
Azaña dimite del gobierno en el otoño
del 33 mientras el presidente Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones
para noviembre.
4.1.- Las elecciones de 1933: el gobierno de derechas.
En
las elecciones del 18 de noviembre fue la primera vez que votaron las mujeres,
pero tuvo un algo grado de abstención.
La izquierda se presentó a las
elecciones desunida, republicanos y
socialistas presentan candidaturas separadas; muchos obreros siguieron las
consignas de la CNT que pedía la
abstención.
Mientras la derecha se presentó unida y organizada, lo que le dio la victoria
al partido de centro-derecha dando
inicio al llamado Bienio Negro.
Dos fuerzas políticas obtuvieron los
mejores resultados, el Partido Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles.
El presidente
Alcalá Zamora confía la formación de gobierno al Partido Radical que forma un gobierno
monocolor pero con el apoyo en
el Parlamento de la CEDA con la promesa
de modificar las reformas del bienio anterior.
4.2.- La paralización de las
reformas.
El
nuevo gobierno de Lerroux inicia su andadura paralizando gran parte de las reformas anteriores.
En el campo se frena la reforma agraria, se devuelven tierras a la nobleza, se anula la
cesión de tierras mal cultivadas y se concede libertad total de contratación,
lo que conlleva a una bajada de salarios de los jornaleros. Los propietarios
buscaban desquitarse y los campesinos respondieron con la huelga.
La cuestión agrario enfrentó también al
gobierno con la Generalitat Catalana de izquierdas a raíz de la promulgación de
la Ley de Contratos de Cultivo de 1934.
Esta permitía a los Rabassaires
(campesinos arrendatarios) a comprar las tierras según un precio fijado. Los
propietarios buscan la ayuda de la mayoría conservadora de las Cortes que
determina su anticonstitucionalidad, anulando sus efectos. La Generalitat no
acepta la anulación y aprueba una ley prácticamente idéntica a la anterior.
El gobierno
central también se había enemistado
con los nacionalistas vascos, al paralizar en las Cortes, la discusión
sobre el estatuto impulsado por PNV.
En el tema
religioso, el gobierno aprueba un
presupuesto para el culto y el clero e inicia negociaciones para firmar un
Concordato con la Santa Sede, mientras que se mantiene la reforma del ejército pero se otorga una amnistía para los participantes en la
Sanjurjada y para los colaboradores de Primo de Rivera. En educación, se respetan los cambios pero el presupuesto se vio
reducido.
Este viraje
conservador del gobierno llevó al PSOE y
la UGT a la radicalización. El ala más izquierdista propicia la revolución
social, mientras que el más moderado defiende la colaboración con los
republicanos de izquierda para estabilizar la República y seguir con las
reformas
El sector
radical del PSOE y los anarquistas
declararon la guerra abierta al nuevo gobierno con numerosas huelgas y
conflictos.
La CEDA
responde endureciendo su posición y reclamando una acción más contundente con
respecto al orden público, exigiendo su participación activa en el gobierno.
Lerroux accede a tales peticiones y el 5 de octubre del 34 entrega tres
carteras ministeriales a la CEDA
4.3.- La revolución de octubre de 1934
La izquierda
consideró la entrada de la CEDA en el
gobierno como un viraje hacia el fascismo. Así, en algunas grandes ciudades
españolas se producen huelgas y
manifestaciones promovidas por la UGT con escasa participación de la CNT
para defender las reformas sociales que el nuevo gobierno ponía en peligro.
La protesta fracasó a nivel nacional por
la falta de coordinación y la
contundente respuesta del gobierno que declara el estado de guerra.
Los
acontecimientos más graves se dan en Asturias y Cataluña.
En Asturias los mineros protagonizan una
revolución social fruto del acuerdo entre anarquistas, comunistas y
socialistas. Los mineros armados
ocuparon pueblos, sustituyeron ayuntamientos, tomaron los cuarteles de la
Guardia Civil y asumieron la distribución de productos básicos a la población. Los
mineros se enfrentaron a las fuerzas de orden público en Oviedo, mientras que el gobierno envía desde África a la Legión
al mando de Franco. La resistencia duró 10 días y fue duramente reprimida,
más de 1000 muertos y 5000 detenidos
En Cataluña la revuelta tuvo un carácter más político.
Lluís Companys presidente de la
Generalitat, pretendía evitar la entrada de la CEDA en el gobierno, dado su carácter
antiautonómico, proclama la República
catalana dentro de la República Federal española al tiempo que los partidos
de izquierda y los sindicatos organizan una huelga general. La CNT se niega a
participar en la huelga y escaso apoyo
ciudadano hacen fracasar la insurrección.
Se declara el estado de guerra y el ejército (general
Batet) ocupa la Generalitat. Hubo más de 3500 detenidos.
4.4.- La crisis del segundo bienio.
Las consecuencias
de la revolución de octubre fueron notables. La CEDA aumenta su influencia en el gobierno y plantea una orientación más
dura de la política del gobierno.
Se suspende el Estatuto catalán, se anula la Ley de contratos de cultivo y
los campesinos se vieron obligados a pagar la totalidad de las rentas, se devuelven las propiedades a los Jesuitas y
se nombra a Gil Robles ministro de
Guerra y a Franco jefe del Estado
Mayor.
También presenta en julio de 1935 un proyecto de reforma de la Constitución
que recogía una visión muy restrictiva
de las autonomías, la abolición del
divorcio y la negación de la posibilidad
de expropiación de tierras. Tanto los radicales como el presiente Alcalá
Zamora eran favorable a esta reforma. Pero el proyecto no llego a votarse.
En otoño de
ese año, se produce una fuerte crisis de
gobierno, que afecta al propio Partido Radical. Una serie de escándalos de corrupción, como el caso
del estraperlo (una ruleta trucada
que se había implantado en varios casinos) así como los casos de malversación de fondos por parte de
algunos políticos (caso Nombela).
Estos escándalos
agravan las diferencias en la coalición
gubernamental. Los radicales de Lerroux ya no tenían apoyos en el poder, lo
que evidenciaba la necesidad de un cambio de gobierno. Gil Robles intenta que le nombren presidente de gobernó pero Alcalá
Zamora se negó y convoca elecciones para febrero de 1936.
5.- El triunfo del Frente Popular
5.1.- Las elecciones de febrero de 1936
Para estas
elecciones, los partidos de izquierda
(republicanos, socialistas y comunistas)
se agrupan en el llamado Frente
Popular cuyo programa defendía la concesión de una amnistía para los encarcelados en los sucesos de octubre de 1934,
la reintegración en sus cargos de los
represaliados por razones políticas, así como la reactivación de las reformas anuladas en el bienio negro.
La CNT no
participa en el pacto, pero no pide la abstención como en otros casos.
Los partidos
de la derecha formaron distintas
coaliciones, la CEDA, los monárquicos y los tradicionalistas (Bloque
Nacional) y en algunos casos los radicales y la Lliga catalana. Pero no lograron elaborar una candidatura única
para toda España ni redactar un programa electoral de consenso.
El Frente
Popular obtuvo el 48% de los votos y
se convierte en la fuerza ganadora, la derecha el 46.5% mientras que el centro sólo el 5.4%. La derecha tiene buenos resultados en las dos Castillas, León,
Navarra y parte de Aragón, mientras que la izquierda triunfa en Madrid,
Barcelona, valencia, las zonas industriales y las regiones del litoral.
En nuevo gobierno del Frente Popular estaba
formado exclusivamente por republicanos
(Izquierda Republicana y Unión Republicana) con el apoyo en el parlamento de socialistas
y el resto de los partidos de la coalición. Azaña fue nombrado presidente
de la República y Casares Quiroga, jefe
de gobierno.
5.2.- El Frente Popular.
El
nuevo gobierno pone en práctica el
programa pactado en la coalición electoral. Se decreta una amnistía, para los presos del 34 y se
obliga a las empresas a readmitir a los obreros despedidos por la misma causa.
Se
restablece el Estatuto de Autonomía
de Cataluña, mientras que se inician las
del País Vasco y Galicia. También ese
reanuda el proceso reformista del 1ª
bienio, presentando un proyecto para la devolución de los bienes comunales
de los municipios y la reanudación de los asentamientos s de campesinos.
Esperanzados
los partidos de izquierda y los
sindicatos se lanzaron a una movilización popular. En las ciudades se convocan huelgas para pedir la mejora
de las condiciones laborales, mientras que en el campo los jornaleros se adelantaban
a la legislación y ocupaban las tierras.
La
derecha recibe la nueva situación
con absoluto rechazo, los
propietarios de tierras, los industriales y la iglesia vuelven a lanzar campañas contra la República.
Falange Española asume un gran
protagonismo y fomenta un clima de
enfrentamiento civil y crispación política. En palabras de José Antonio
usando la “dialéctica de los puños y las pistolas” Falange forma patrullas
armadas que inician acciones violentas
contra la izquierda, que serán respondidas
igualmente por los más radicales de esta tendencia. Así los enfrentamientos
de propagan entre febrero y julio del 36.
5.3.- Hacia el golpe de Estado.
El clima de violencia favorecía a los
sectores que ya estaban decididos a organizar un golpe de Estado contra la República.
(En febrero, Franco intenta declarar un estado de guerra)
En
marzo un grupo de generales acordaron “un alzamiento que restableciera el Orden”.
Al principio la conspiración militar tuvo escasa
fuerza y estaba desorganizada hasta
la llegada del general Emilio Mola.
Su plan era realizar un pronunciamiento militar simultáneo en todas las guarniciones posibles, con especial interés
en Madrid, Barcelona y el ejército de África.
La
República para frenar los rumores golpistas, traslada de destino a los generales implicados en el complot,
Franco a Canarias y Mola a Navarra, pero no son destituidos.
La
conspiración cuenta con el apoyo de las fuerzas de derecha, monárquicos,
carlistas, cedistas, falangistas, etc., estableciéndose contactos con la Alemania
nazi y la Italia fascista. Pero las diferencias
respeto al tipo de régimen que instaurar tras el golpe, demoraban la fecha del
alzamiento.
Pero
dos acontecimientos aceleran el proceso. El 14 de julio se produce el asesinato
en Madrid a manos de la izquierda, el monárquico José Calvo Sotelo, en respuesta al asesinato del teniente Castillo.
La sublevación se inicia en Marruecos el 17
de julio dando origen a una guerra civil que se prolongará 3 años y que pondrá
fin a la II República.